1º de abono en Sevilla: Julián López "El Juli" se asoma a la Giralda

Si existe algo precioso en Sevilla, eso es la Giralda; Si existe algún edificio que simbolice más el paso del tiempo y lo identifique más con una ciudad, con una sociedad, y con una variedad de estereotipos y detalles eso es la Giralda. Y quien de verdad se ha asomado a la torre de la Giralda y ha visto como una ciudad se entregaba a su tauromaquia, ha sido Julián López "El Juli". Hoy podemos escribir que el diestro de Velilla de San Antonio puede subir a la Giralda y dominar con su lección magistral de toreo a toda la ciudad que vuelve a rendirse a sus pies tras su ausencia el año pasado de la feria, y como ya hizo en las ediciones de 2010 y 2011, volver abrir la Puerta del Principe con un golpe de autoridad, ante dos figuras del toreo que hoy no han brillado como en ocasiones anteriores. 

La tarde empezaba con el cielo gris, y amenazando lluvia desde por la mañana, que motivo que la corrida empezara con varios minutos de retraso, tras la caída de la única nube con agua que amenazó el  festejo.

Lleno en la plaza, y mucha expectación con una corrida de Garcigrande-Domingo Hernández, que ha sido remendada con un toro de Parlade, que abrió el abono sevillano. Corrida que tras varios "bailes" de corrales fue variada de presentación y tipo, ya que algunos toros se salvaron por la cabeza, y no por su morfología, por lo que la expresión: "Como serian los rechazados", estuvo muy presente toda la tarde. Eso sí, la corrida muy astifina, y muy "limpia" de pitones.

De los toreros, Morante de la Puebla, con su primero de Parlade, recibió al toro con el capote con varios enganchones que no le permitió estirarse a la verónica. Principalmente debido a su apatía, y a la poca transmisión y fuerzas del animal, que evidenció mala clase y condición en el caballo y una invalidez aguda en sus cuartos traseros. Morante abrevio y el cabreo y pitada del personal con justicia fue patente.

Con el cuarto de Garcigrande, tuvo detalles con el capote y con muleta ante un animal que le costaba embestir con escasas cualidades pero noble pero sin raza suficiente para que aquello tuviera emoción. Morante se justificó y dejó algún muletazo estimable pero sin opciones para el lucimiento. 

Y llegó Julián. Recibió a su primer toro, a portagayola para reivindicar su posición. Cuatro verónicas y una media de jugosa ejecución. Luego templo al toro en el caballo donde peleo con algo de clase. Un quite templado por zaponinas muy firmes, que hizo sonar la música. Brinda al publico, y "El Juli" magistral dando una severa lección de toreo ante un animal que terminó claudicando ante la enorme dimensión de toreo del madrileño. Temple y quietud. Tuvo una virtud la faena; su medición y la lidia justa para triunfar, con algunos pasajes y momentos absolutamente magistrales, como dos series con la mano derecha, y dos cambios de manos que levantaron al personal. Corto una oreja tras una estocada formidable

En el quinto, de Domingo Hernández, vuelve a portagayola con desarme, pero que reflejó el ánimo que el diestro de Madrid venía a Sevilla. ¡¡Así vienen los toreros a Sevilla!!. En el tercio de varas volvió a cuidar al toro. Otra lección magistral de lidia, y de terrenos. Como los pisa y como los interpreta. Lección de tauromaquia ante un buen toro. Noble el animal y superior el matador. Mucho mando y temple. Dos cosas muy difíciles que el torero desarrolló con mucha maestría  Poco a poco supo dar al toro todo lo que necesitaba. Soberbias series con la mano derecha y elegantes naturales mandones. ¡Que belleza!. Un único pero, que fuerza demasiado la figura pero...que valor firme y seguro, y por supuesto ni un pero a su actuación hoy en Sevilla. Estocada soberbia, y con la ejecución perfecta. Dos orejas que el Sr. Presidente no hay tenido más remedio que sacar al mismo tiempo. Y la Giralda, y Sevilla a sus pies....

Y por último Manzanares. Difícil explicar las sensaciones que tengo sobre su actuación esta tarde. No lo he visto centrado, y siempre queriendo hacer las cosas muy deprisa. Con su primero de Garcigrande, al que le correspondió un toro noblón pero sin la clase deseada, Manzanares dejó pasajes de mucha estética pero poco fondo, y sin llegar a rematar ningún muletazo. Sonó la música y la gente enloqueció. Le faltó mando en la muleta, si bien le molesto el aire pero se le noto al torero molesto con el aire. Una tanda con la derecha cuando el viento mas azotaba espabiló al publico que esperaba algo mas del torero alicantino. Tras un pinchazo y una estocada entera se le ovaciono por el respetable.

Con el último de Domingo Hernández, no se acopló en los primeros compases de la lidia, y tras unos primeros tercios algo fríos tras una serie toreando al natural con las apreturas deseadas le cogió el pulso a la faena. De todas formas se le vio con menos intensidad que otros años. Faena de menos a más donde le falto reposo y criterio lidiador. Tras una estocada tendida y haciendo guardia se le aplaudió como recompensa a su esfuerzo. 

Lamentar la cogida del subalterno "El Niño de Leganés", que tras la salida del primer par del quinto de la tarde fue cogido, y llevado con urgencia a la enfermería. 

Se desmonteró Juan José Trujillo en el sexto de la tarde.

Foto: Juan Carlos Muñóz