Morante de la Puebla sorteó un primer toro, muy flojo ya de salida y que tuvo poca raza. Lo mejor los dos pares de banderillas de Fernando Sanchez en el tercio de banderillas. No era muy optimista el diestro sevillano para sacarle algunas embestidas. Se las sacó, tres series y abrevio para irse tras la espada.
Con el tercero de la tarde, se volvió a encontrar a otro toro desclasado y sin raza. Lo intento en los lances de salida con el capote y en la muleta, pero el animal pedía la muerte a voces.
Con el último de su lote, que sustituía a un sobrero de la misma ganadería, castaño de casi 600 kilos y rozando los seis años, se paro muy pronto en todos los tercios. Con muleta solo el inicio por ayudados por alto fue lo más productivo del de la Puebla. Sin material u oponente es imposible.
Juan Ortega, volvió a brillar con luz propia toreando a la verónica. Seis o siete de ensueño, de empaque, rematada con una media, que duró mucho tiempo….de torería, parando templando y mandando. Y mucho sabor…y la banda arrancándose!!. La plaza era un clamor!!. Que barbaridad! Y luego él quite con Morante de la Puebla!. Tres chicuelinas y una revolera que ahí se quedan!!. Luego en la muleta, siguiendo componiendo pero con un toro que iba a menos. Fuero series cortas pero con ese pellizco natural. Se entretuvo con la espada y saludó desde el tercio.
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