Ruiz Manuel: "Voy a luchar por ir a Madrid"

Entrevista publicada en Diario de almería.

"Con el jet-lag en el cuerpo por su reciente llegada de Méjico, Ruiz Manuel no duda en abrir su alma para dar explicación de lo ocurrido en una tarde que no dio buenas noticias. Sin despojarse del chandal porque la vida continúa y el entrenamiento es obligado
-Como dirían en México ¿Qué pasó?
-Me convertí en el convidado de piedra cuando la expectación era la alternativa de Hilda. Era incompresible para mi en una plaza donde he vivido las sensaciones buenas. Mi lote salió malo y la indiferencia total caló en la plaza. Mejía salió a saludar al acabar el paseíllo y se le pitó. Cierto es que la ganadería se presentaba, que eran los únicos toros que tenía en el campo y no había ninguna garantía. No son justificaciones pero son aspectos que influyen. La afición de Méjico tiene un idilio con el torero español. Y te adoran o cargan hacia ti un odio oculto a España. Otra tarde distinta la gente te adora, según el estado de ánimo que tengan. No tengo ningún reproche a mi actuación. Estaba muy centrado pero no sirvió.
-¿Recriminaron alguna actitud que no les gustó?
-Cuando no se satisface lo que un aficionado espera de ti, la falta de un triunfo se vuelve en contra. Las circunstancias que se dieron no me preocupan porque soy una persona que me conozco y se como actúo. Hay toros difíciles que tienen posibilidades. Los que me tocaron ninguna y la ilusión se te va. Además si percibes la negatividad del público todo se te vuelve en contra. Hay esfuerzos que no merecen la pena ya que es imposible donde nada se puede conseguir. No se fingir y te juegas la vida sin sentido.
-Las ilusiones se lesionan pero ,¿cómo influye una tarde así?
-A nivel artístico y como persona me podía quedar tranquilo, pero tal como está el mercado son argumentos fáciles para el que quiera usarlo en contra. Es cierto que un triunfo en esta plaza hubiera servido. Había mucha ilusión y el no triunfar todo parece más decepcionante. Pero las cosas son así.
-¿Se cierran las puertas de México?
-Meter la cabeza en México es muy complicado. Voy a volver porque el empresario ha comprendido la circunstancia y quiere que vuelva porque perdura más el concepto de buen toreo. Me consideran un buen torero y eso es lo que vale. En España existe el sentimiento que si no toreas es que no eres un buen torero. En México no ya que dan igual los números. Cuando se cuaja un toro es un recuerdo para toda la vida. Saben que en mi no han visto lo que pueden ver y que cuando embista un toro los voy a volver locos. Allí cada vez tengo más amigos y seguidores. A pesar del fracaso, mi habitación del hotel estaba a reventar.
-Dentro de esos amigos el ganadero Marco Jiménez le regala un toro para que lo disfrutes.
-Quería comer conmigo para animarme porque consideraba que la plaza no se portó bien conmigo. Quería que no me volviese con mal sabor de boca. A ese toro le puso de nombre Almeriense, incluso invitó a una televisión del país . En principio era para matarlo, pero lo toree tan bien y se sintió tan feliz que le perdonó la vida y lo devolvió al campo para padrear. Había muchos periodistas y no se podían creer lo que estaban viendo.
-Han sido días que la afición de Almería ha estado muy pendiente de usted.
-Soy consciente de la ilusión que se genera y que se esperaban buenas noticias. Y se nota que cuando no sale las cosas como se quiere, afecta. Pero mi sensación no es de decepción o fracaso, aunque sí me preocupa la repercusión no deseada.
-¿Y la temporada en España?
-Ahora es más difícil torear que nunca. Hay muchos toreros y cada vez se cuentan con menos. Es un continuo reivindicarse. Hay que luchar por Madrid.
-¿Sigue soñando?
-Mi máxima es estar convencido de hacer cosas especiales y faenas que no dejen en la indiferencia y que emocionen. Me imagino en un sitio importante haciéndolo. No lo veo difícil. Lo difícil es que te pongan en los carteles, que un toro te embista, que el ambiente no esté en contra, que el tiempo acompañe.
-¿Un triunfo, por el compendio que hablas, es un milagro?
-No lo veo tan milagroso. Hay golpes de suerte en momentos clave que no los tengo y hay veces que las cosas no repercuten como debían y las empresas no cuentan contigo. Me siento un privilegiado por mi suerte en la vida, pero en el toreo sí la noto en falta. Hay momentos clave que la suerte me ha faltado.
-¿Qué le motiva en su lucha?
-La afición muchas veces y la gente con criterio que sueña con verme torear. A veces siento (me late como dirían en Méjico) el empujón que da este tipo de gente. Si no tuviera en mis manos la consideración de buen torero, no lo dudaría. No merecería la pena el enorme esfuerzo y sacrificio.
- Este es el año en el que se cumplen sus quince años de alternativa.
-Es un número más. No hay mérito en la cifra. El mérito se tiene que medir en la evolución y agrandar mi nombre por mí, por Almería y mi gente. Tengo mi sitio. Quiero que mi nombre brille. Torear más aunque se sabe que no depende de uno. Muchas veces me pregunto ¿me he convertido en un buen torero? Creo que sí.
-¿Cuál es el siguiente escalón de su carrera?
-No rentabilizo todo lo que se. Lo que valgo tengo que rentabilizarlo. Es mi siguiente escalón.
Nos despedimos hablando más allá de estas preguntas reflejadas. Nos apoyamos en los recuerdos, en los días de triunfos, en los momentos claves, en el fondo del toreo, en la calidad, en los miedos. Un Ruiz Manuel consciente de la mala repercusión de una tarde con el aficionado en contra y convencido de que está por llegar el día que la suerte sonría en ese sitio trascendente. Y ese sitio, de momento, debe ser Las Ventas. Y La Méjico. ¡Claro que sí! "

Fuente: Entrevista de Benjamín Hernández Montanari en Diario de Almeria (14-3-2010).

Foto: Perez@larcon (Ruiz Manuel, feria Almería 2009)