El sueño de Diego Silveti con la Hermandad del Baratillo

Rogelio, Diego e Ignacio

Tras la vuelta del "mini-periodo estival" y un calor sofocante en Sevilla, - marcaba el reloj del coche 44.5 grados -  me apetece contaros una historia taurina sobre la visita del novillero Diego Silveti  a la Hermandad del Baratillo.

Como ya dije hace unos dias a Diego lo conocí en enero, cuando regresaba de México, para prepararse para su ilusionante temporada española. Lo llevamos a nuestra tertulia taurina en Sevilla (www.tertuliataurinaelporvenir.blogspot.com), y la verdad que pudimos apreciar las buenas maneras educadas y correctas, y el fondo humano de Diego Silveti.

Pues bien, tras tomar contacto con él, y transmitirme la sensación de ser una persona sencilla y muy noble, le propuse una iniciativa que le hizo mucha ilusión, y que según la tradición familiar era lo que más le apetecia de su debú en Sevilla. Se trataba de la visita a la Hermandad del Baratillo. Dicho y hecho.

A través de una persona muy conocida en Sevilla, y muy "Baratillero, y del guardo una buena relación, el amigo Rogelio Gómez, propietario de la "La Flor de Toranzo", uno de los locales más emblemáticos de Sevilla, se me ocurrio la feliz idea de que Diego Silveti fuese al Baratillo. Y dicho y hecho.

Y la persona que nos presentó, y el que motivó que Diego viniese a nuestra tertulia, mi amigo Ignacio Gómez-Pando, propietario del Grupo San Eloy, y magnífico aficionado, no le falto tiempo para acudir a mi llamada y acompañarme para esta feliz encuentro.

Le apetecia a Diego ver la Hermandad, y rezar con mucho sentimiento por la historia y tradición de la Hermandad...y la de su propia familia, y sobre todo por esa Piedad...que es la Madre de todos los toreros.

Bonita historia que partió en una noche del mes de enero y que se hizo realidad un 19 de junio de 2010, a las 20:00 horas.

Esa tarde del 19 de junio, se "empapo" de cofradia, y de aroma al son de "Caridad del Guadalquivir", y hasta le gusto fotografiarse junto con el llamador de la Virgen, con los dos angelitos toreros, sosteniendo su capote, como se puede apreciar en la imagen realizada por el que suscribe estas letras, y donde se puede ver a los amigos Rogelio e Ignacio, con el novillero mejicano.

Pero el mejor momento, y más intimo, es el que pude vivir al dia siguiente, cuando su deseo se cumplió definitivamente, y que este humilde aficionado contribuyó a ello, como fue su visita a la Capilla del Baratillo para rezarle una oración antes de torear en la Maestranza, como hiciera su abuelo y su padre años antes. Su sueño se cumplió. Lo demás ya lo saben.

Desde aquí le deseo mucha suerte a Diego para su compromiso de mañana lunes en Pamplona. ¡¡Suerte Diego!!

Foto: Perez@larcon (19 de junio de 2010)