Esta mañana publica la Web, elconfidencial.com, que «PP y CiU tienen ahora un problema de cuernos. Se trata de las astas de los toros. La presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, advirtió ayer al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que el Gobierno catalán debe ser consecuente con los tiempos que corren y firmar una moratoria para la prohibición de las corridas de toros (que oficialmente dejarán de celebrarse el 1 de enero del 2012) “para no tener que pagar 300 millones de euros de indemnización” al empresario Pedro Balañá, que es el promotor de la Fiesta en esta comunidad, según manifestaron fuentes del PP a El Confidencial. La moratoria que proponen es de tres años más, es decir, que la prohibición entre en vigor el 1 de enero del 2015. Hasta entonces, pueden pasar muchas cosas.
Aunque los populares creen que “aquí, lo principal es salir de la crisis, crear empleo y resolver los problemas de la gente, también creemos que es innecesario y está fuera de lugar arriesgarse a pagar una indemnización tan millonaria en un momento en que el Gobierno está practicando recortes brutales, especialmente en el ámbito de la sanidad”, afirman fuentes del PP.
Un informe encargado por Balañá cifra la indemnización a pagar por el Gobierno catalán entre 300 y 450 millones de euros, basada en el daño emergente y el lucro cesante, ya que del negocio de los toros vive mucha gente: el promotor, pero también ganaderos, toreros, mozos de espadas, transportistas, hosteleros, médicos, porteros, enfermeros, carniceros, vigilantes de seguridad... Esta indemnización podría estar lejos de la que finalmente perciba Balañá, pero también es cierto que la cantidad a pagar estará muy lejos de la que vaticina, por ejemplo, el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, quien la cuantifica en “unos miles de euros”.
La ‘guerra del toro’, sin embargo, tiene muchos puntos oscuros. El empresario taurino está desaparecido en combate y evita cualquier manifestación sobre el particular. Incluso fuentes cercanas a él afirman que los contactos que ha mantenido con el Gobierno para tratar la cuestión “han sido a título individual y no ha dejado trascender nada”.
No deja de ser curioso, en este sentido, que durante la tramitación de la ley de la prohibición fuese Convergència i Unió la que obligase a introducir un artículo adicional donde se contemplase explícitamente que, en el caso de abolición de los toros, se debería indemnizar a los damnificados por la ley. Un artículo, por otra parte, inútil, ya que en una norma de este calado se presupone la compensación por lucro cesante. Varias fuentes consultadas por este diario apuntan a que Balañá hijo, que es quien lleva ahora las riendas de la situación “no está ya interesado en mantener la Fiesta” y que su única meta es conseguir una suculenta indemnización. Incluso en algunos círculos taurinos se comienza a sospechar ahora que las corridas de toros han sido utilizadas convenientemente por todas las partes en litigio: unas, para obtener réditos electorales; otras, para obtener réditos económicos.
Mientras tanto, el PP está a la espera de que el Tribunal Constitucional diga algo sobre el recurso interpuesto contra la ley abolicionista. Y espera también saber cuándo se hará la tramitación de una iniciativa popular legislativa (ILP) para que el Congreso de los Diputados discuta si las corridas pueden ser declaradas patrimonio cultural y fiesta de interés nacional. De ahí su interés en que se aplique una nueva moratoria de tres años, ya que para entonces el Congreso ya habría visto el tema y se habría pronunciado. Y, en caso de aprobar los toros como fiesta de interés nacional, la Generalitat de Cataluña no tendría más remedio que cambiar su normativa para adaptarla a la ley estatal. Además, también se evitaría el trago de tener que indemnizar a Balañá y eludiría la farragosa negociación de la cuantía de la compensación.
Pero durante la espera, el tiempo apremia. El próximo domingo, la plaza Monumental de Barcelona vivirá su última corrida oficial con la presencia de José Tomás, Serafín Marín y Juan Mora. Y la presidenta del PP anunció ayer que asistirá a la misma para apoyar “la defensa de la libertad” de los catalanes: el que quiera asistir, que asista y el que no, que ejerza también su libertad de no hacerlo.
Aunque Sánchez-Camacho intentó desligar la polémica taurina de las negociaciones de los presupuestos para 2012, acabó reconociendo que éste es uno de los temas que pondrán encima de la mesa cuando el PP se reúna con CiU para hablar de las cuentas del Gobierno. Sin embargo, fuentes populares insistieron a este diario que “no será una cuestión fundamental que decida si daremos o no apoyo a os presupuestos, porque aquí priman otras prioridades”. El problema, no obstante, pervive.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario