Varias reflexiones hay que sacar sobre la que hacia cuarta de feria, y es que el anunciado mano a mano entre Padilla y "Fandi" no ha creado la expectación que esperaba la empresa, - pues tan sólo se ha cubierto media plaza - y es que el púbico que se ha acercado al Coso de la Avenida de Vilches no ha tenido nada que ver con el de los festejos anteriores y venía a ver un festejo festivalero, y a pedir orejas a diestro y siniestro. Otra reflexión es que este mano a mano no tenia sentido en el abono almeriense, y el aficionado cabal no ha asistido al festejo y ha "donado" las entradas a otro público menos exquisito. Y esos elementos han quedado patentes en el transcurso del festejo. Por último la última y notoria reflexión es los toreros que han intervenido han demostrado que no están en su mejor momento, y evidenciando síntomas de cansancio y una falta de aptitudes artísticas tremendas. Pro al final todo se tapa buscando el aplauso facilón.
Se han lidiado 6 toros de Torreherberos/Torrehandilla, en general bien presentada, desrazada, con algún toro potable como el cuarto, pero en general han terminado apagándose en el último tercio. Se ha picado mal y siempre abusando del monopuyazo. Almería ya está acostumbrada a eso.
Juan José Padilla recibió de una larga cambiada al primero de la tarde, para luego lancear por chicuelinas algo desajustadas y muy rapidas. En baderillas tiró de oficio y solamente un par al violín tuvo mérito. En ña faena de muleta, el jerezano se gusto toreando por la diestra, pero el animal se fue apagando por su débil condición, y Padilla poniéndose pesado, acortando distancias, y el toro desarrollando algo de peligro. Tras una estocada algo tendida se le pidió con fuerza uan oreja que el Usía justamente no concedió, al no haber mayoría de pañuelos, ni la faena tuvo entidad suficiente. Con el tecero, de mejo presencia, y muy serio por delante, destacó por ser un toro noble, y lo mejor vino en la faena de muleta, cuando interpretó algun natural estimable. Todo lo demás careció de valor y contenido. Tras un desplante vino un fea voltereta y su cuerpo inmovil alerto al público de uan cornada. Gracías a Dios no pasó nada, y tras reponerse tiró de raza y fuerza para calentar motores. Perdió quizas un trofeo por fallar con los aceros. Con el quinto, el menos potable de la corrida, tuvo su mejor momento toreando con el capote, y en un quite por navarras de bella plasticidad. Después el toro planteó dificultades, y Padilla no está a estas alturas para solventar los problemas de una lidia que molestaba porque apretaba hacia los adentros.
David Fandila "El Fandi" fue el triunfador numérico de la tarde, pero su tarde en Almería no pasará a la historia. Con el primero de su lote lo lanceó vistosamente por verónicas, para luego citar por chicuelinas. Banderilleó con soltura pero con algunos pares a toro pasado, y predispuso al público para la faena de muleta. Faena algo ligera, con pases muy acelerados, y sin consistencia emocional. Tras un bajonazo el público pidió con insistencia una oreja que la Presidencia, con criterio, no otorgó. Con el cuarto de la tarde, volvió a calentar motores, y tras una larga cambiada y unas verónicas desajustadas el gran público no estaba para reflexiones. Gustaba todo, incluso el tercio de banderillas que compartió con Juan José Padilla, que motivó aun más el calentamiento emocional. El toro de noble condición, fue el más brillante de la corrida, y su faena, aunque plana, tuvo momentos importantes por la derecha, pero la embestidas de ese animal pedía otra lidia. Tras un estocada algo desprendida se le concedió una oreja.
Con el último de la tarde vino el delirio del público hacia el granadino. Un toro que hizo consas buenas de bravo, y que mantuvo el tono hasta su muerte. Aquí el granadino practico de "showman" y en banderillas monto su particular juego de los cutaro pares con muchos efectos a la galeria, y buscando los terrenos de sol. En la muleta, con ayuda de la música, y de un público muy bueno, se le aplaudieron todos los lances, que no tuvieron más virtud que el de ver una disposición y una técnica para contagiar al público con un exceso de triunfalismo. Tras un pinchazo, y una media estocada, el público que participó del "show" le pidió con fuerza la oreja que el Usía concedió, tal vez por aplicar el Reglamento, y esa mayoría que se requiere...pero esa oreja no daba derecho a que "El Fandi" saliese a hombros, porque el Reglamento Taurino de Andalucía lo impide. Y es que esa moda ya se esta convirtiendo en costumbre...hasta que la Autoridad proponga algo y se acaben esos abusos.
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