11ª de abono en Sevilla: Adame puntúa en el epílogo

La Feria ya se ponía cuesta arriba, y debo reconocer que hoy no era muy optimista en cuanto al aforo, y cuando he visto los 3/4 de plaza  hay que expresar algo que es digno de mención, y es que con el calor y el cartel de hoy era previsible otra entrada. Pero hay público deseoso de toros y de ir a la feria. Y eso ya es buena noticia, aunque sea un público que aplauda a destiempo o pida orejas tras varios descabellos. Y es que hoy por lo menos no nos hemos aburrido. Pero hoy la plaza respiraba un ambiente algo festivo.
Grata sorpresa la corrida de Victoriano del Río en su conjunto ha sido buena para los toreros y han destacado por su clase y condición, sobre todo los del lote de Adame que ha tenido el lote de la tarde. Pero en líneas generales esta corrida no me ha disgustado. Quizás les haya faltado trasmitir algo más y una pizca de raza. Pero comparándolas con días pasados, era fácil hablar bien de la de hoy.
Enrique Ponce despachó un primer toro que salió débil de manos y que apenas pudo estirarse en el capote. Mera anécdota de la suerte de varas. Ponce actuó de enfermero ante un invalido que tuvo cierta entrega en la muleta pero que en los primeros compases se fue al suelo. El público protestó y la lidia fue insufrible. Palmas de tango y el grito de "toro, toro". No les faltaba razón.
Con el cuarto con un toro sin fijeza en los primeros tercios lo recibió con cierta suavidad en el capote pero sin aperturas. En la muleta Ponce tiró de técnica y oficio y se inventó una faena pulcra pero le faltó hondura y ajuste. Las series con la derecha tuvieron cierto empaque. Con la izquierda no fue tan ligada la serie y mejor disposición y clase tuvieron los doblones con mucha estética que sumaron detalles al epílogo de la faena. Tras fallar a espadas, y con un aviso, el diestro de Chiva fue recompensando con una vuelta al ruedo muy sevillana, llena de cariño y reconocimiento a su figura, y porque no decirlo, por su tremenda voluntad de reaparecer en esta feria. Si es por eso, merecería esa vuelta. Hubo público que no vio esa vuelta.
Sebastián Castella no pudo gustarse con el capote ante la poca codicia del animal y las rachas de viento que molestaron. No se empleó en el caballo y la debilidad era evidente. Otro toro que mostraba poca fuerza. En banderillas buen tercio a cargo de José Chacón y Vicente Herrera y buena brega de Javier Ambel. En la muleta empezó con estatuarios firmes y poderosos pero tras ese vibrante comienzo el toro término por rajarse y la faena perdiendo intensidad. Un toro soso y algo manso que no tuvo calidad alguna.
Con el quinto hubo intensidad en un quite realizado para dejar en suerte al toro en el caballo. Un toro que se picó mal en el caballo y que tuvo cierta clase en el galope. Se midió mucho en el castigo. Adame probó suerte con un quite por gaoneras muy ajustado. En la muleta repitió guiones y planteamientos con un toro soso y tardo. Castella aburrió con pases y series que no tuvieron eco en los tendidos. Frialdad y faena larga que no tuvo transmisión en el tendido. Y todavía le queda otra tarde en San Miguel. ¿Quién dijo miedo?.
Joselito Adame se fue a recibir a su primero a chiqueros. Mostró voluntad para luego seguir toreando a la Verónica y rematar con una larga muy aplaudida. Flojo el toro que demostró poca gracia en el caballo. Gusto el quite por lopecinas de Adame. En la muleta el toro demostró nobleza y clase pero le faltó algo de rotundidad. Faena bien estructurada y medida por el pitón derecho con gran ligazón y demostrando buenas maneras. Lástima que no acertase con la espada y el premio se quedo en una vuelta al ruedo por su cuenta ya que fue levemente protestada en algunos tendidos.
En el último de la corrida, se fue a recibirlo otra vez a portagayola y demostrando otra vez  su  toreo de capa y disposición está tarde. Un toro terciado que bajó de nivel la corrida. En el último tercio volvió a brillar y dejo series templadas y hondas que tuvieron eco en los tendidos de la plaza y en la banda del Maestro Tejera. Faena intensa por la derecha que tras un martinete sufrió una enorme voltereta y la lidia perdió la inercia del principio. Pero el mejicano demostró valor y mucha decisión lo que motivó que el gran público le pidiese una oreja que la Presidencia otorgó algo generosamente en el epílogo de la tarde, tras una estocada trasera pero de buena ejecución y algún que otro descabello.