Como aficionado a los toros, a esta nuestra fiesta, en la que tengo grandes amigos y profesionales a los que considero como hermanos, siempre he defendido ante ellos la profesionalidad en la estructura de la fiesta. Los que me conocen en la faceta de “aprendiz de aficionado” – porque siempre en los toros se aprende todos los días – conocen que vengo reivindicando en foros y asociaciones taurinas que los que formamos parte de la fiesta, ahora en mi condición de aficionado, el sector debe cuidar la estructura vital de la fiesta. El toro - el rey de todo esto - el torero y el público. Si no hay público y afición nunca habrá toros como espectáculo. Y por ahí empieza la cadena. Por la del aficionado que le gustan los toros.
Y escribo, lo mejor que puedo, estas pequeñas líneas que gentilmente me ofrece el autor de este espacio, para hablar sobre la reunión que el próximo día 18 va a tener lugar en Sevilla con los estamentos taurinos, a la llamada del amigo Carlos Núñez, Presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia.
Por mi dedicación y profesionalidad conozco, o he conocido, como funciona por dentro la fiesta, y por eso hablo desde mi experiencia y vocación, y siempre tuve claro, que los profesionales del toreo, y del toro, - ese matiz es importante, porque es el animal protagonista de la fiesta – deben fijar una estructura profesional fuerte, orientada hacia los respetos y deseos de una afición que demanda un espectáculo, con criterios técnicos, con personas de la Administración pública y privada, y con estándares de calidad, integridad y marketing comercial enfocado a una nueva realidad.
Y por eso el sector taurino no sebe olvidar de que las peñas, tertulias, asociaciones son ejemplos esenciales para que generen confianza en la estructura.
Hay que aparcar lo coyuntural, lo superfluo, y los discursos caducos para el pasado, ya que lo efímero u ocasional no generará nunca la estructura deseada.
Las "figuras del torero", las "ganaderías de moda", "las de menos moda", los "regresos" de toreros, las "despedidas" de aquellos, "los valientes", los "poderosos" etc..todo eso forma parte de una coyuntura – económica algunas veces – que no da soporte a lo que realmente demanda el el público que asiste a los toros.
Si en la reunión que convocan los principales actores de la fiesta hablan de aspectos coyunturales y no de una nueva estructura con vocación de permanencia, al final lo que se someta o debata en esta reunión no servirá para nada. Crear ideas o proyectos nuevos en la fiesta sin oír a la afición es como seleccionar o criar toros sin la ayuda de un buen mayoral.
En calidad de aficionado, con algunas canas, y con mentalidad joven, deseo que los profesionales que se encuentran en el sector taurino, algunos de ellos muy válidos, iluminen sus ideas de cara a la proyección de una nuevo diseño para la fiesta, ya que la coyuntura ocasional no va a generar nunca la estructura que necesita el sector taurino.
*Artículo de Fernando Vázquez Muñoz, aficionado de Sevilla
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