Por segundo año consecutivo he acudido al festejo taurino celebrado en la localidad de Berja (Almería), cono motivo de sus fiestas patronales. Y la mejor noticia, no es sólo que se incluya a un torero de la tierra - Torres Jerez - en su caratelería - que también - si no lo realmente importante es que con ese aliciente, la plaza se llene. Y es que el éxito obedece al trabajo y tesón del empresario almeriense José Gabriel Olivencia. Por todo ello merece ese reconocimiento y ese esfuerzo. En estos tiempos que corren, ese mérito es muy importante.
Sobre el festejo, se ha lidiado un encierro de Lagunajanda, correcto de pressentación - excepto el tercero de anovillada presencia - de juego desigual, que les ha faltado raza y trasmisión.
Juan José Padilla con un toro falto de raza se gusto de salida con un alegre saludo capotero. En banderillas un tramite con los efectos clásicos. En la muleta el toro manseó y la faena apenas motivo el lucimiento. Saco oficio y poco más. Una oreja por un público entregado al diestro sanluqueño.
Con el rajado cuarto, algo reparado de la vista, el diestro anduvo precavido y vulgar. Sin sitio preocupado por las formas y sin confiarse. Tras un estocada el público pidió otra oreja para celebrar las fiestas patronales. Triste paisaje para una tauromaquia que con estas cosas pierde algo de sentido.
David Fandila "El Fandi" demostró poderío y fuerza en todo momento pero abusando del toreo moderno. En banderillas el show. Y en la muleta, ante un toro que se movió algo mas, dejo patentes sus recuerdos ante un toro que le falto transmisión. Oreja tras una media estocada y varios descabellos. Estamos en plaza de tercera.
Con el quinto, el toro de más peso de la corrida, calentó motores con ese publico bullidor y alegre que caracteriza a una plaza que quiere ver toros una vez al año sin más responsabilidad que pagar una entrada y ver cortar orejas. Fandi en Fandi. Toreo sin apreturas, efectos y carreras en banderillas. En la muleta lo mejor vino al natural. Tras la vulgaridad y el delirio las orejas venían de camino tras una estocada entera.
El almeriense Francisco Torres Jerez ejerció de enfermero ante una animal feo de presencia, con aspecto de novillo, pero dejó patente su buen gusto toreando. Toreó de salida con el capote de forma templada. En el caballo se picó a su toro. En la muleta destacó la cabeza del matador para hilvanar una faena justa, medida y sentida con mejor acople con la derecha y con excelentes pases de pecho. Excelente prueba para ver un torero que pide paso, y que tiene un compromiso fuerte en la próxima Feria de Almería. Tras una estocada entera se le concedieron con justicia la dos orejas.
En el último toro de la tarde - noche cerrada ya en Berja - Torres Jerez intentó agradar desde el primer momento pero la falta de acometida del animal, y la acelerada disposición inicial del torero resto emoción al trasteo. Tras centrarse con un toro que pedía reposo Torres Jerez realizó una faena compacta y seria donde destacó el toreo con la derecha de ajuste y cadencia. Se enfrió el trasteo en la preparación de la suerte de matar, y tras un pinchazo y estocada se le otorgó una oreja.
Foto: Perez@larcón
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