Con una aceptable entrada - 3/4 de entrada - el pueblo sevillano de La Algaba vive las fiestas con una tradicional feria de novilleros sin caballos que demuestra su apoyo claro por el fomento de la cultura taurina, con la singularidad que después del festejo suelta unas cuantas reses a modo de capea en al que el público joven se divierte mucho.
Ayer se lidiaron reses de Juan Pedro Domecq, de aceptable presentación, con más trapío el tercero de la tarde - que fueron manejables para los jóvenes novilleros y que cada uno en lo suyo demostraron que son capaces de alcanzar el escalafón superior.
Carlos Corradini anduvo dispuesto, y se fue a chiqueros a a recibir a un castaño que desparramó la vista en el capote. Templado con un novillo que trasmitió poco a un público todavia frio, con una faena pulcra y técnica pero que le faltó el remate de la espada. Una oreja fue su premio.
Juan Marquez recibió al suyo de tres largas cambiadas que pusieron calor en los tendidos. Faena poderosa, donde destacaron las series toreando al natural. Buen novillo y buena disposición. Tras una certera estocada, dos orejas y una "generosa" vuelta al ruedo al novillo.
Jesús Muñoz tuvo el oponente más serio de la tarde, en la que anduvo en algunas fases sin el acople deseado, y donde en los instantes finales se gustó toreando. Falló con la espada y una oreja para su esportón.
Jesús Cuesta, que cerraba la tarde, anduvo siempre muy animado con el capote, y planteó batalla en la muleta con una faena de efectos y detalles que gustaron al público de La Algaba. Otro buen novillo que permitió el lucimimiento del novillero. Tras matar y salir golpeado sin consecuencias, se le otorgaron dos orejas.
Y hasta aquí lo más destacado de un festejo en la que se vieron a jóvenes con valor, disposición y ganas. ¡Una fiesta, con futuro!
*Crónica de Juan M. Pérez Company
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