Con una floja entrada, al igual que en la novillada, público arriba o abajo, terminó la feria taurina almeriense que ha tenido la virtud de no destacarse, ni en toros corridos, ni toreros sobresalientes. Con un público que ha dado la espaldas al coso de la Avenida de Vilches, debe hacer pensar a la empresa que rige su destino. Como colofón, se ha lidiado una de Victorino, que su solo nombre acartelado, daba para que al menos la plaza registrase un buen número de público, que como queda dicho no fué asi, y en general los victorinos fueron nobles, excepto cuarto y sexto, y todos con excesiva flojera, y de los diestros actuantes se llevó la palma el de Linares, Curro Diaz, quién estuvo con capote y muleta toreando con mucho arte y "pellizco" del bueno y todo se lo brindó a un buen fallecido torero Dámaso Gonzalez de Albacete, y por consiguiente la presidencia con gran criterio le concedió las dos orejas que le abrieron la puerta grande ya que el cuarto complicado, lo intentó pero sin apretar el acelerador.
Joselito Adame que toreó a placer con capa y muleta, consiguiendo una oreja, del segundo y otra del quinto con lo que abrió la puerta grande, más por corazón que por cabeza.
Juan de Alamo con el tercero, también noble y escasitó de fuerzas le aplicó una faena limpia, alcanzando a obtener una oreja, pero nunca llegó a cogerle el sitio perfecto. En el sexto, un mulo de maneras distintas a sus hermanos, mal picado solo se murió como consecuencia del desastre del de "el castoreño" y...FIN.
Foto: Twitter Curro Diaz
*Artículo del aficionado almeriense, Juan Manuel Pérez Company.

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