La verdad sea dicha que yo fui de los pocos aficionados que defendí, por muchas razones que ahora no explicaré, que la ascensión de Málaga como plaza de primera categoría podría justificarse y avalarse por muchas razones, y que era el momento oportuno para plantearlo, pero me temo a la vista de los dos últimos años, que nada de las hipótesis o conjeturas que hice como aficionado se han cumplido o no han llegado a materializarse en forma positiva, extremo que se me acredita cada tarde, o mejor dicho noche, a través de los diferentes blog`s, y prensa especializada (según lo cuente o narre la historia). Vengo observando, hablando con aficionados que han asistido a la bonita plaza de Málaga (que tiempos vividos cada 15 de agosto...), que ni el ganado ni el público merece ser plaza de 1º categoría, pero sobre todo por el disparate o falta de criterio presidencial que existe, lo que provoca que el AFICIONADO, vea o note las diferencias o disparates esenciales existentes.
No es de recibo que una plaza de esa categoría tenga esa presentación tan penosa, y tan ridícula, pero claro si andan buscando el "toro de Málaga", en sintonía con el "toro de Sevilla", ahí es donde incide el problema. Las comparaciones son odiosas, y más cuando se trata de dos plazas cuya identidad es diferente, y cuyo público también es peculiar y distinto, y claro por ese camino......"Pan y Toros" que diría aquel.......
La raíz del problema es que Málaga no ha asimilado ese cambio de categoría, y ni los sectores más representativos de aficionados y profesionales de esa ciudad, a través de la Comisión de Asuntos Taurinos de la Junta de Andalucía en esa provincia, - órgano consultor que preside el/la titular de la Delegación del Gobierno en Málaga - no han debatido dicha categoría, o no han planteado sus "quejas" o malestar por la presentación del ganado, y por todas esas conductas que durante esta semana estoy leyendo. He visto fotos, de toros que huelen a "espina y saldo", a toros con la carita "lavadita", con una presunción de que algo se "afeita"....y con muchos signos que no favorecen a esa bonita ciudad y a esa plaza de toros, esencial en el orbe taurino andaluz.
Les deseo mucha suerte a esos aficionados de Málaga - que me consta por algunos - el sufrimiento padecido por esta situación, y anhelan volver a esos años 80 y 90, donde la plaza de Málaga, siendo de otra categoría, y era el refugio deseado de toreros, ganaderos y prensa especializada......y sobre todo de "mi" Curro Romero, Paula.....y otro más hasta completar aforo.He dicho.
1 comentario:
Málaga es una plaza de toros cuya identidad como tu dices es patética. Toro chico, y afeitado y encima se creen los mañagueños que saben de toros. Yo me rio.
Un saludo
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