Cambios en los palcos.

Se han realizado en esta semana cambios sustanciales, y variados, en el palco de la Plaza de Toros de Málaga, como bien nos informa nuestro blog: malakaespa.blogspot.com, y de cuatro presidentes o cuatro equipos, se ha pasado a dos, con el objetivo, según declaraciones de la Autoridad taurina en esa provincia por «la necesidad de cerrar una etapa y abrir otra».
Esta claro que estamos en una época de crisis y hay que reducir gastos, y plantilla, y por lo tanto también hay que suprimir ciertos puestos de responsabilidad en los palcos de las plazas de toros.
Lo que realmente me ha llamado la atención es que ciertamente, sin conocer a nadie de los cesados y proclamados, me resulta curioso ver como se mantiene a una determinada persona en el palco, - con los intereses que ello conlleva -, y se pone a otra, con una marcado perfil político.
Creo como aficionado, que Málaga necesitada esta remodelación, era una necesidad que se gritaba a voces por los aficionados, pero quizás la solución planteada haya gustado menos, y que la adoptada como criterio provoque un mayor cabreo, que para nada beneficia al aficionado malagueño. Muchos intereses, y mucho despliegue de "auto-bombo" son los indicios del cambio, que pueden provocar que la categoría de Málaga, como plaza de primera, se vea mermada en los próximos años por estas decisiones tan poco objetivas. Se ha quitado un problema pero se puede crear otro.
Y es que si Málaga ha optado por la formula del cambio...en época de crisis....parece ser que en la Maestranza podría ver algun otro, o ninguno, pues todavia, a esta fecha, - y tan próxima de Resurrección -, la Autoridad taurina en la provincia no ha informado sobre quien serán los elegidos para presidir los festejos primaverales. En los mentideros taurinos, (tertulias, bares ..etc), se hace señalar que es posible que se nombre a un presidente "suplente", que sería el cuarto en discordía, para intentar contrarestar la ausencia del "cesado/dimitido" D. Antonio Pulido - (cuanto te echamos de menos, Antonio). En Sevilla, algo de debe estar cociendo pues el silencio es claro síntoma de que algo puede cambiar. La imcognita es la siguiente: ¿Cual será el modelo de Sevilla?, ¿El de Málaga?....en Breves días se sabrá la solución adoptada.