Hoy es la noticia taurina del día, y no puede ser otra que acreditar que la familia taurina es más solidaria que nadie, y hoy todos, de alguna manera tenemos que mirar a la plaza de toros de Vista Alegre, y ver el festival organizado para recaudar fondos para el banderillero Adrián Gómez. Yo lamentablemente no he podido ir, pero gran parte de mi familia si va a estar allí presenciando este festival, y colaborar para que por lo menos, su vida, la económica, se encuentre menos "partida", que desgraciadamente su cuerpo. Aquello es la fiesta, y esto es la vida.
Os dejo en este "post", una editorial de mi amigo Antonio Giról, el responsable de la magnifica web taurina, y programa radiofónico; http://www.gentetorera.es/, y en el que dice verdades como puños, contra esos "fantasmas" y "agoreros" de los animalistas y ecologistas, que no entienden el sentido de riesgo, peligro, o la verdad frente a la muerte. Buen artículo.
"El mundo de los toros, cada día más vilipendiado por ciertos sectores, nos deja una vez más una muestra de solidaridad. Una de tantas. Por mucho que les pese a los vociferantes que se apostan tras grandilocuentes siglas y plataformas, este es mundo donde ante todo hay respeto. Respeto hacia aquellos que nos zahieren, algo de lo que ellos jamás podrán presumir y respeto sumo hacia los más necesitados.
El próximo domingo cuando en la carabanchelera chata de Vista Alegre el reloj de plaza marque las doce en punto siete hombres, Diego Ventura, Joselito, El Fundi, Enrique Ponce, Morante de la Puebla, El Juli y Christian Escribano, seguidos de sus correspondientes cuadrillas atravesarán la arena para dar lo mejor de si, su arte, y su vida si fuese preciso, pues no en vano se la estarán jugando, en favor de un compañero. Ese compañero, no es otro que Adrián Gómez, quién sufría el pasado 23 de junio un gravísimo percance en una plaza madrileña, en Torrejón de Ardoz, cuando un novillo, ya ven que en esto del toro no hay rival pequeño, por mucho que algunos se empeñen en intentar restar peligro a la fiesta amparándose en topicazos que no por más repetidos son menos verdad, le volteaba cerca de las tablas y en la caída se fracturaba las vértebras provocándole un parálisis que hoy le tiene postrado en una silla de ruedas.
Ocho meses después todo el orbe taurino arrima el hombro. Ganaderos dando su ganado de balde, toreros toreando desinteresadamente, aficionados rascándose de buena gana y gustosos el bolsillo con un único objetivo, que Adrián, Sandra y el pequeño Adrián de dos añitos de edad no queden desamparados. Y un hombre, El Fundi, hilando, para que a su amigo del alma no le falte de nada.
Pero no es sólo la solidaridad ante el compañero caído la que mueve a toreros de oro y plata a prestar su vida por la causa. Eso podría ser tachado, por los bocazas de turno, como corporativismo.
Esa solidaridad en las plazas, con riesgo de la vida, se hace patente para ayudar cuando se producen otras muchas desgracias donde no hay compañeros implicados. Terremotos y volcanes a miles de kilómetros como el del famoso Nevado del Ruíz o riadas donde se pierden vidas y hogares, Festivales a favor de Asociaciones contra el Cáncer, el Alzheimer, el Síndrome de Dowm o los familiares de los Enfermos Mentales. O aquellos organizados para recaudar fondos para asilos de ancianos como el que organiza El Juli en Olivenza o para recoger regalos para los niños pobres en Navidad como el de Sanlúcar de Barrameda. Donde por cierto ECOLOGISTAS EN ACCION y el archifamoso PACMA, ese mismo partido político que recogía firmas hace días en Ceuta en contra de los toros, entre otras asociacioncillas, que, presten atención por favor, se manifestaron en contra de que se llevase a cabo el festival taurino a beneficio de la campaña “Ningún niño sin un juguete”. Sí, han leído ustedes bien, preferían que los niños más necesitados se quedasen sin juguete en Navidad…Juzguen ustedes mismos la catadura moral…
Por eso no les extrañe ni les cause sorpresa si el próximo domingo algún grupúsculo de estos se aposenta con el altavoz en la mano, la pancarta con el torito agonizante en la otra y las caras y ropas tintadas en rojo, y comienzan a vociferar proclamas, incluso alegrándose de la desgracia ajena, en la puerta de la cubierta de Vistalagre. ¡Al tiempo!...
La semana pasada en estos mismos micrófonos les decía refiriéndome al tema Ceuta: que había días en los que costaba no replantearse si merecía la pena dedicar tiempo, dinero y esfuerzo en esta lucha. Hoy no puedo más que decir a boca llena que no sólo merece la pena gastar dinero y esfuerzo en seguir luchando y amando a esta Fiesta solidaria, artística, hecha para y por valientes donde hay hombres que se juegan su vida por salvar la de otro y su familia o donan cien mil euros, al cambio más de dieciséis millones de pesetas, como ha hecho José Tomás. No sólo merece la pena, amigos, sino que doy gracias a Dios y a mis padres por haberme donado el gen de saber apreciar esta arte, el arte del toreo. Y al que le pique…ya sabe…talquistina en bote industrial y almax, mucho almax, para los ardores…
Antonio Girol"
El próximo domingo cuando en la carabanchelera chata de Vista Alegre el reloj de plaza marque las doce en punto siete hombres, Diego Ventura, Joselito, El Fundi, Enrique Ponce, Morante de la Puebla, El Juli y Christian Escribano, seguidos de sus correspondientes cuadrillas atravesarán la arena para dar lo mejor de si, su arte, y su vida si fuese preciso, pues no en vano se la estarán jugando, en favor de un compañero. Ese compañero, no es otro que Adrián Gómez, quién sufría el pasado 23 de junio un gravísimo percance en una plaza madrileña, en Torrejón de Ardoz, cuando un novillo, ya ven que en esto del toro no hay rival pequeño, por mucho que algunos se empeñen en intentar restar peligro a la fiesta amparándose en topicazos que no por más repetidos son menos verdad, le volteaba cerca de las tablas y en la caída se fracturaba las vértebras provocándole un parálisis que hoy le tiene postrado en una silla de ruedas.
Ocho meses después todo el orbe taurino arrima el hombro. Ganaderos dando su ganado de balde, toreros toreando desinteresadamente, aficionados rascándose de buena gana y gustosos el bolsillo con un único objetivo, que Adrián, Sandra y el pequeño Adrián de dos añitos de edad no queden desamparados. Y un hombre, El Fundi, hilando, para que a su amigo del alma no le falte de nada.
Pero no es sólo la solidaridad ante el compañero caído la que mueve a toreros de oro y plata a prestar su vida por la causa. Eso podría ser tachado, por los bocazas de turno, como corporativismo.
Esa solidaridad en las plazas, con riesgo de la vida, se hace patente para ayudar cuando se producen otras muchas desgracias donde no hay compañeros implicados. Terremotos y volcanes a miles de kilómetros como el del famoso Nevado del Ruíz o riadas donde se pierden vidas y hogares, Festivales a favor de Asociaciones contra el Cáncer, el Alzheimer, el Síndrome de Dowm o los familiares de los Enfermos Mentales. O aquellos organizados para recaudar fondos para asilos de ancianos como el que organiza El Juli en Olivenza o para recoger regalos para los niños pobres en Navidad como el de Sanlúcar de Barrameda. Donde por cierto ECOLOGISTAS EN ACCION y el archifamoso PACMA, ese mismo partido político que recogía firmas hace días en Ceuta en contra de los toros, entre otras asociacioncillas, que, presten atención por favor, se manifestaron en contra de que se llevase a cabo el festival taurino a beneficio de la campaña “Ningún niño sin un juguete”. Sí, han leído ustedes bien, preferían que los niños más necesitados se quedasen sin juguete en Navidad…Juzguen ustedes mismos la catadura moral…
Por eso no les extrañe ni les cause sorpresa si el próximo domingo algún grupúsculo de estos se aposenta con el altavoz en la mano, la pancarta con el torito agonizante en la otra y las caras y ropas tintadas en rojo, y comienzan a vociferar proclamas, incluso alegrándose de la desgracia ajena, en la puerta de la cubierta de Vistalagre. ¡Al tiempo!...
La semana pasada en estos mismos micrófonos les decía refiriéndome al tema Ceuta: que había días en los que costaba no replantearse si merecía la pena dedicar tiempo, dinero y esfuerzo en esta lucha. Hoy no puedo más que decir a boca llena que no sólo merece la pena gastar dinero y esfuerzo en seguir luchando y amando a esta Fiesta solidaria, artística, hecha para y por valientes donde hay hombres que se juegan su vida por salvar la de otro y su familia o donan cien mil euros, al cambio más de dieciséis millones de pesetas, como ha hecho José Tomás. No sólo merece la pena, amigos, sino que doy gracias a Dios y a mis padres por haberme donado el gen de saber apreciar esta arte, el arte del toreo. Y al que le pique…ya sabe…talquistina en bote industrial y almax, mucho almax, para los ardores…
Antonio Girol"
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