Hay que tener mérito para ir a los toros en Sevilla, cuando camino de la plaza hacia la "friolera" de 39º, y asistir a esta novillada de Antonio Rubio "Macandro", que ha sido desrazada, mansa y sin la trasmisión deseada para los novilleros.
La triste noticia ha sido la cogida del novillero Juan Mari Rodríguez, novillero sevillano, de poco oficio, y de avanzada edad, y que tras entrar a matar al segundo de la tarde, y quedar en la cara del toro, ha sido prendido de forma certera, y ha sido conducido a la enfermería con carácter de urgencia. Ese novillo, mansote de salida, y con escaso lucimiento, Juan M. Rodríguez estuvo voluntarioso pero sin llegar a concretar ideas. Lidia malisisma, y peor en varas. Mala suerte para este novillero.
La tarde, tras la cogida de Rodríguez, se quedo en un inesperado mano a mano entre Sandra Moscoso e Ignacio González, triunfador la semana pasada en Sevilla, y que se ganó la repetición en la Maestranza.
Sandra Moscoso, de Jerez de la Frontera, ha demostrado oficio y madurez, respecto a otras actuaciones, y ha dejado detalles de buen gusto, sobre todo en el cuarto de la tarde. Con ese novillo, un animal manso pero con trasmisión, ha dejado dos series de derechazos, con mucha firmeza, y una serie al natural, muy relajada, que fue motivo suficiente para que sonase la banda del Maestro Tejera. Adornos posteriores, y un gran pase de la firma fueron los momentos más espectaculares. Tras fallar reiteradamente a espadas, su labor fue aplaudida. Con el primero de la tarde, se gustó con el capote, pero ni el novillo, ni el viento, le dejaron estar a gusto.
Con el último de la tarde, con un novillo, soso, y descastado, con una falta de raza importante, Moscoso tiró de oficio, y corazón, sin que aquello despagara. Tras una mala actuación con la espada se le volvió a silenciar su actuación.
De Ignacio González, decir que hoy le he notado más tenso que en su anterior visita a la plaza maestrante. Tiene un defecto, que debe mejorar, y es que ahoga mucho a sus novillos, y quizás le hubieran servido algunos si su técnica o corazón hubieran pensado un poquito. De todas formas, no tuvo material tampoco para destacar. Con el tercero de la tarde, lo más destacable fueron los derechazos que ejecutó con firmeza y decisión. Tras esa tanda de derechazos el novillo se terminó rajando. Silenciada su labor.
Con el quinto de la tarde, recetó la misma faena que a su primero, y quizás pecó de fomentar el ansía por triunfar, y ahogo las cortas embestidas, pero nobles, del animal, que duro poquito, pero mientras lo hizo, le dedicó unos derechazos lentos y cadenciosos. Tras pinchar de forma reiterada, fue nuevamente silenciada su labor.
5 comentarios:
Una pregunta: Sandra Moscoso acabó con el descabello con el novillo que hirió a Rodriguez. ¿No debía haber toreado el otro de Rodriguez Ignacio González y no Sandra Moscoso?
Román Fernánez
Sí señor, ya hay que ser aficionado para ir a los toros con 40 grados.
Sandra no mató al novillo, solo lo descabelló. El novillo ya estaba estoqueado de muerte y era cuestion simplemente de tiempo y de avisos para un torero que estaba en la enfermeria.
Habia pues que seguir con la novillada. Nada mas.
Querido amigo Roman, el artículo 52.7 lo dice muy claro: Si durante la lidia cayera herido, lesionado o enfermo uno de los espadas antes de entrar a matar, será sustituido
en el resto de la faena por sus compañeros, por riguroso orden
de antigedad. En el caso de que ello acaeciera despues de haber entrado a matar, el espada más antiguo le sustituirá, sin que le corra el turno.
Como bien dice el Sr. Anonimo, Sandra Moscoso se limitó a descabellar al toro, y no a intervenir durante la lidia.
Un abrazo....a ver si nos vemos...
OK. GRACIAS POR LA ACLARACIÓN.
ROMÁN FERNÁNDEZ RUBIALES
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