Os dejo las "perlas" al cartel anunciador de la temporada taurina de Sevilla, que expresa Antonio Burgos en su artículo de opinión del diario "ABC". No tienen desperdicio....algunas de ellas.
EL CARTEL DEL SOL POR ANTEQUERA*
"En tiempos de Estébanez Calderón y de Larra, los articulistas de Madrid escribían cada otoño su tradicional texto sobre las castañeras. En tiempos del Conde de Peñaflor, del Conde de Luna y de don Alfonso Guajardo-Fajardo, los articulistas de Sevilla escribimos cada invierno nuestro tradicional texto sobre la mierda de cartel de toros que ha sacado la Maestranza este año. Con razón dicen que el Real Cuerpo cuida nuestras tradiciones. Al menos la tradición de darnos el artículo hecho con un mamarracho de cartel sí que la cuida, año tras año, ora con el de la chuleta, ora el del pinchito de toro, ora el de la mosca en el yogur.
Es la coartada de siempre. Los maestrantes no quieren que les digan que son unos señoritos carcas que viven a costa de los pergaminos del pisoplaza. Y como tienen todo su derecho a pasar por más progresistas que la nobilísima leche que mamaron, pues encargan cada año no un cartel, sino una coartada de modernidad. ¿Quién es el pintor más vanguardista y rompedor que hay en España y en parte del extranjero, que a Nueva York mismo vamos a buscarlo si es necesario, que no farte de ná? ¡Pues a ese se le encarga el cartel, y que se fastidien los aficionados incultos, retrógrados, carcas, fachas y reaccionarios que pagando su abono y comprando sus entradas nos mantienen el negocio, que Sevilla está demasiado anclada en el pasado y hay que modernizarla y por eso nosotros venimos cada año de salvadores de la naftalina y del alcanfor presentando nuestro cartel de vanguardia, aunque esta ciudad rancia no lo comprenda y no se lo merezca!
¿Usted no ha oído hablar del cuento del alfajor? Pues esto del cartel de los toros es cada año el cuento del alcanfor. La coartada que la Maestranza se saca para no perder la carrera de maricón el último que no vaya de moderno, no sea que le digan que huele a alcanfor.
Así que quien menos culpa tiene del anual mamarracho del cartel es su autor. Este año, don Luis Rodríguez Gordillo, vulgo Luis Gordillo, hermano del historiador don José Manuel Rodríguez Gordillo, el que salvó el archivo de la Fábrica de Tabacos. Los que encargaron el cartel a Gordillo sabían quién es y lo que hace. Él se ha limitado a ser él mismo. Y las gracias hemos de darle de no haberse dejado llevar por su primer avenate de inspiración, que ha confesado que fue pintar un señor con cuernos (mejorando los presentes). ¿Se imaginan el cachondeo de que el cartel de los maestrantes fuera un tío con un par de leños como ése en quien está usted pensando, que no puede pasar por la calle Mariscal porque arranca los caliches de las paredes?
Luis Gordillo no es aficionado a los toros y en su cartel se nota. Es aficionado a José Tomás. Que es la mejor forma de no ser aficionado. El tema del cartel le salió viendo la tele. Menos mal que no era un programa de Canal Sur sobre Carnaval. Porque llega Gordillo a ver en ese programa una retrospectiva de «Los últimos en enterarse», la chirigota de los cornudos que sacó Yuyu, y tenemos marido burlado en el cartel de toros, vamos que si lo tenemos. En cambio vio por la tele una corrida de toros de un sitio sevillanísimo: en Antequera. Y, ¡zas!, foto de El Cid en Antequera al canto para pintar el puzle, que creo que al que lo haga en menos de 5 minutos le regalan un sol alto (bueno, un «tendido cubierto de sol», como ahora le dicen para cobrar más). Ya se sabe: lo más típico para anunciar la temporada taurina en Sevilla ha sido siempre poner la plaza de Antequera. Ruano Llopis y Roberto Domingo se hartaron de pintar carteles de Sevilla con la plaza de Antequera. Eso es lo que de verdad nos salva del atraso, como Gordillo ha dicho, en el habitual repaso que le pegan a Sevilla todos estos genios autores del cartel. La culpa no es de Gordillo, sino de la coartada anual.
Los maestrantes buscan su anual coartada de modernidad aunque salga el sol por Antequera. Y este año ha salido."
Es la coartada de siempre. Los maestrantes no quieren que les digan que son unos señoritos carcas que viven a costa de los pergaminos del pisoplaza. Y como tienen todo su derecho a pasar por más progresistas que la nobilísima leche que mamaron, pues encargan cada año no un cartel, sino una coartada de modernidad. ¿Quién es el pintor más vanguardista y rompedor que hay en España y en parte del extranjero, que a Nueva York mismo vamos a buscarlo si es necesario, que no farte de ná? ¡Pues a ese se le encarga el cartel, y que se fastidien los aficionados incultos, retrógrados, carcas, fachas y reaccionarios que pagando su abono y comprando sus entradas nos mantienen el negocio, que Sevilla está demasiado anclada en el pasado y hay que modernizarla y por eso nosotros venimos cada año de salvadores de la naftalina y del alcanfor presentando nuestro cartel de vanguardia, aunque esta ciudad rancia no lo comprenda y no se lo merezca!
¿Usted no ha oído hablar del cuento del alfajor? Pues esto del cartel de los toros es cada año el cuento del alcanfor. La coartada que la Maestranza se saca para no perder la carrera de maricón el último que no vaya de moderno, no sea que le digan que huele a alcanfor.
Así que quien menos culpa tiene del anual mamarracho del cartel es su autor. Este año, don Luis Rodríguez Gordillo, vulgo Luis Gordillo, hermano del historiador don José Manuel Rodríguez Gordillo, el que salvó el archivo de la Fábrica de Tabacos. Los que encargaron el cartel a Gordillo sabían quién es y lo que hace. Él se ha limitado a ser él mismo. Y las gracias hemos de darle de no haberse dejado llevar por su primer avenate de inspiración, que ha confesado que fue pintar un señor con cuernos (mejorando los presentes). ¿Se imaginan el cachondeo de que el cartel de los maestrantes fuera un tío con un par de leños como ése en quien está usted pensando, que no puede pasar por la calle Mariscal porque arranca los caliches de las paredes?
Luis Gordillo no es aficionado a los toros y en su cartel se nota. Es aficionado a José Tomás. Que es la mejor forma de no ser aficionado. El tema del cartel le salió viendo la tele. Menos mal que no era un programa de Canal Sur sobre Carnaval. Porque llega Gordillo a ver en ese programa una retrospectiva de «Los últimos en enterarse», la chirigota de los cornudos que sacó Yuyu, y tenemos marido burlado en el cartel de toros, vamos que si lo tenemos. En cambio vio por la tele una corrida de toros de un sitio sevillanísimo: en Antequera. Y, ¡zas!, foto de El Cid en Antequera al canto para pintar el puzle, que creo que al que lo haga en menos de 5 minutos le regalan un sol alto (bueno, un «tendido cubierto de sol», como ahora le dicen para cobrar más). Ya se sabe: lo más típico para anunciar la temporada taurina en Sevilla ha sido siempre poner la plaza de Antequera. Ruano Llopis y Roberto Domingo se hartaron de pintar carteles de Sevilla con la plaza de Antequera. Eso es lo que de verdad nos salva del atraso, como Gordillo ha dicho, en el habitual repaso que le pegan a Sevilla todos estos genios autores del cartel. La culpa no es de Gordillo, sino de la coartada anual.
Los maestrantes buscan su anual coartada de modernidad aunque salga el sol por Antequera. Y este año ha salido."
Antonio Burgos (Diario ABC 2/1/2010)
2 comentarios:
Si me lo encargan a mí, con el "fotochop" me sale mejor y encima no les cobro.
Lo de ir por la calle "levantado caliches de la pared con los pitones" es que es de premio novel de la guasa.
Bien por Don Antonio, poniendo a los Maestrantes justo en su lugar de alcanfor, transformado en Eau de Cologne por un dia.
Paco
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