Fería de Almería: ¿Y estos son los novilleros del mañana?

Con esta pregunta hemos salido algunos aficionados tras la segunda de abono concluida, y la novilada de Fuenteymbro en el patio del desolladero. Con menos de media plaza en los tendidos se ha lidiado en Almería un noble encierro de Fuenteymbro, correcto de presentación, y con algunos ejemplares bravos y con fondo, 2º y 4º, con casta como el 5º, y con un punto de soseria 1º y 6º.

En definitiva muy buena novillada de juego muy interesante,y que lamentablemente los novilleros han naufragado en su lidia, y sobre todo en aplicarles los cánones del toreo. Ni han parado, ni templado y por supuesto no han mandado. Y encima todos han pecado de torear al hilo del pitón y de forma perfilera.  Unos se tapaban más que otros. ¿Y este es el futuro?. Si las buenas embestidas de algunos toros era para comprarse un cortijo....¡¡Y un Mercedes!!- como decía uno por el tendido.....Pero nada, los novilleros de hoy en dia no quieren aprender, y encima si lo hacen se cabrean. Pues así estamos en la fiesta.

De los novilleros, decir que Thomas Duffau ha tenido dos oponentes que le han podido propiciar un triunfo mayor del que ha tenido. Con su primero, un novillo flojo en los primeros tercios,  lo más destacable con el capote fue un quite por chicuelinas sin alma y sentimiento, y con la muleta estuvo algo frio y soso con series muy cortas por el pitón derecho. El novillo en la muleta fue noble y con el recorrido suficiente para que el francés hubiese estado mejor. Su frialdad se transmitió al público. Tras una media estocada y una muerte rapida del animal, la gente, timidamente, pidió una oreja. Estimo que sólo el Presidente observo una petición mayoritaria para concederla, pues no había petición para concederla. Oreja muy benévola, y sin criterio,  para el francés.

Con el segundo de su lote, volvió a pecar de la soseria y frialdad que atesora este novillero. Con un novillo que con el capote no se dejé pegar un lance, y que recibió dos puyazos, pues la casta y bravura del animal era muy palpable. Lastima que Thomas ahogase las buenas embestidas del animal, y sufriera varios enganchones que no motivaron el interés del público. Ovacionado el novillo en al arrastre, y saludos del novillero, que esta vez no tuvo "regalo" presidencial. ¡¡Que pena de novillo!!

Juan del Alamo, que repite paseillo en esta plaza - tras su presentación el año pasado - ha demostrado que las cualidades que vimos el año pasado no estan ratificadas este año,. y necesita mejorar. Con su primero, un sobrero de Fuenteymbro, lo recibió de muleta con unos estatuarios sin moverse, que hacian presagiar detalles. Pero tras una discreta serie con el piton derecho sin apreturas y con prisas ha demostrado que lo de Parar, templar y mandar....¡¡que se lo apliquen al toro!!. Sin darle la distancia al novillo, y ahogándolo en todo momento, ha dejado muletazos sueltos para la galería. Torero efectista. Tras una estocada trasera y caida, el público le pide la oreja, y con petición suficiente - esta vez sí -, el Usía le concedió una oreja. 

Con el quinto de la tarde, un novillo de 458 kilos, y encastadito, y con la cara muy alta con el capote, pueso en muchos apuros al novillero en la muleta. Su falta de colocación ni su ejecución en el mando provocaron varios revolcones sin consecuencias. Embarullado y sin ideas provocó, tras un aviso y dos pinchazos, que algún sector del público le impidiese dar una vuelta al ruedo, que el novillero frenó en seco. No era merecida, y todo se quedé en una ovación.

Por último Esau Fernández,  de Camas, no le he visto mucha progresión respecto a su actuación de la Fería de Sevilla, y eso me preocupa, porque ya lleva alguna novillada más en el cuerpo. Con el tercero, un toro noble de comportamiento, empezó de hinojos la faena de muleta, y tras un desarme la faena se enfrió. Con efectos al respetable, con pases por la espalda, bernardinas, y otras artes, Esaú tras una estocada caida se le pidió con fuerza una oreja, que el Presidente concedió.

Con el último lo recibió con un vulgar saludo capotero, realizando un quite muy técnico por tafalleras pero sin el empuje suficiente para provocar un ¡¡Olé!!. Quizás si se hubiera cruzado un poco, y le hubeira dado un poco de sitio a ese novillo, la faena hubiera sido más intensa. Tras un pinchazo y una estocada el público pidió la oreja con fuerza, pero esta vez el Presidente - y con buen criterio a mi modesta opinión - no la concedió. Las vueltas al ruedo por su cuenta fueron otra cosa para el olvido.

Fotos: Perez@larcon