A pocas horas del encuentro que los “taurinos” – en sus distintas modalidades – van a tener con la Excma. Sra, Ministra de Cultura, para un “encuentro informal” sobre el devenir de la fiesta medito sobre una cuestión que me suscita, jurídicamente, una reflexión y estudio. Se debate, entre otras cosas, si las competencias fueran asumidas en un futuro por el Ministerio de Cultura, o se quedasen instaladas en el Ministerio del Interior, o en la Consejería equivalente que ejerza dicha competencia en las CC.AA que tienen competencia exclusiva para la regulación taurina.
La pregunta principal que deberíamos hacernos – yo como jurista así lo planteo y lo debato en este foro – es la siguiente: ¿Qué motivos tienen los dirigentes “taurinos” para justificar su pase a cultura?
La principal motivación de los taurinos es que los toros son un arte, y una forma de expresión de la cultura popular arraigada en España desde hace varios siglos, y como tal debe ser signo de protección por el Ministerio que ejerza las competencias sobre la promoción y difusión del patrimonio cultural español. Con ese planteamiento estoy de acuerdo, pues sencillamente no existen obstáculos jurídicos para defender tal posición.
Si estimamos que el bien jurídico protegido de la fiesta son otros factores de índole técnico, como seguridad de los recintos, orden público, y cualquier aspecto relacionado con el mantenimiento y equilibrio de una adecuada “paz social” entre todos los intervinientes del espectáculo, deberíamos pensar que la competencia debería ser ejercida por aquél órgano administrativo que tenga las competencias de régimen interior.
Pero me da la sensación que detrás de la decisión de cultura existe una posición mucho más practica para los “taurinos” y que obedece a razones de “lucha social” antigua y que amortiguan los fundamentos anteriormente expuestos.
La entrada en vigor de la Ley 37/1992, por la que se regula el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) deparo “sorpresas” muy desagradables para el empresariado taurino al tributar el espectáculo taurino por el tipo impositivo general, y no por el reducido que era su lucha eterna. Consiguieron que los espectáculos taurinos, a excepción de las corrida de toros, tributaran de forma diferente en el año 1999 – actualmente al 8% - frente al mantenimiento de las corridas de toros - ahora lo hacen al 18%- que no pudieron rebajarlo porque se quedaron sin fundamento para determinar la base y el hecho imponible....y porque los empresarios – todo hay que decirlo – no se pusieron de acuerdo con el entonces gobierno del PP.
Ahora deciden abiertamente que Cultura sería idóneo pero sin decir el porqué reside esa idea que tanto defienden. Las “Bellas Artes” no siempre debe ser una justa causa, que lo es, pero peca de simplista.
Si los toros se fueran a Cultura, todo lo relacionado con la fiesta, por su implicación con dicha competencia podría ser objeto de revisión conforme a la normativa citada sobre el impuesto, y lo que ahora tributa al 18%, sería más conveniente que lo hiciese al 8%.....y sencillamente porque así lo hacen los productos relacionados con la cultura.
Esa es la motivación que les mueve al sector empresarial, respaldado por las figuras del toreo, para intentar negociar el traspaso de Interior a Cultura.
Me apuesto con Ustedes a que si el Gobierno de la Nación modifica el tipo impositivo de las corridas de toros, y todos los elementos que le complementan, el sector taurino estaría encantado con quedarse en el Ministerio o Consejería actual equivalente, sencillamente porque lo que realmente les importa es el “parné” y el “protectorado” de su “clientela” – los profesionales – por lo que teniendo en cuenta el final de temporada en Sevilla, conmigo que no cuenten para justificar sí el IVA es el adecuado o no. Yo de números no entiendo, solo de emoción y sentimientos y eso en el mundo taurino actual, tributa muy poco.
2 comentarios:
Después de la golfada de Sevilla, el pasado domingo, parece que no sería descabellado que pasara a Sanidad...
Asi lo calificó el Sr. Lorca en el diario del Grupo Prisa, y estoy de acuerdo con ese titular y por supuesto con fabad, pues fue una auténtica "golfada".
Un saludo,
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