Lo que se dijó sobre la cura del toro "Potrico". (Pinchad para leer el artículo) |
Durante este tiempo de otoño/invierno 2010/2011, en la que apenas hay noticias destacadas (más alla de apoderados "rotos" y movimiento del G-7, que seguiremos hablando) me voy a ir a la biblioteca taurina familiar (de mi abuelo y padre) parar hojear el pasado de la fiesta, (para explicarme el presente y futuro), y me "topo" con el Número 354 de la revista "Fiesta Española", de 4 de junio de 1968, en la que me gusta el reportaje dedicado al indulto en Barcelona al célebre toro de D. Pablo Romero, llamado "Potrico", marcado con el número 59, cardeno de pelo, gargantillo y pesó 513 kilos, que fue lidiado por Andres Hernando en la tarde del 23 de mayo de 1968.
Yo no estaba en el mundo...todavia, pero tras leer la crónica de la corrida y ver comentarios la misma, tuvo que ser un festejo entretenido, y con esa casta y emoción que hoy anhelamos.
Sirvieron los seís toros segíun explicaba el periodista Antonio Santaines Cirés, al Diario "ABC", recordando al toro "Potrico".
Decía Santainés, que "Para el jueves 23 de mayo de 1968, festividad de la Ascensión se anunció en la Monumental la siguiente corrida: Seis toros de los señores Hijos de Pablo Romero, de Sevilla, para Dámaso Gómez, Limeño y Andrés Hernando,
¡Qué recuerdo tan imborrable conservo en mi cerebro de aquellos seis toros cárdenos! Bolichero, Leznito, Travieso, Pandero, Alcucillo y Potrico dieron una gran tarde de toros en Barcelona. Al segundo le dieron la vuelta al ruedo por su brava y noble pelea. El tercero fue ovacionado. Cuando apareció en la arena el quinto, tras angustiosa espera, se plantó en jarras en la puerta de toriles como diciendo: ¡Venga un valiente!. Y se arrancó después, dueño y seños del ruedo. La ovación al mayoral fue extendiéndose por tendidos y gradas como reguero de pólvora. Limeño había cortado una oreja a Leznito y las dos y el rabo Dámaso Gómez a Pandero.
El encierro iba a más y la pasión de los toristas se desbordó con el sexto y último toro, de nombre Potrico, número 59, cárdeno bragado gargantillo coletero. De pitón a pitón medía 64 centímetros y 53 desde la cepa a la punta del pitón. (Hijo del semental Comilón y la vaca Potrica). Su peso en bruto era de 513 kilos. Tomó un largo puyazo derribando al caballo y otro recargando. Morenito de Córdoba fue ovacionado en un gran par de banderillas.
Andrés Hernando brindó al público y realizó una gran faena, recreándose, sintiendo auténtico placer al torear al natural con la izquierda. El toro repetía mucho y bien, motivado por su bravura y gran nobleza. La faena no sobrepasó los veinte pases. Los toristas, todo el público en general, empezaron a pedir el indulto de Potrico. El presidente, don Félix Rodríguez Gil (al que nunca más le vi presidir corrida alguna) dudó unos segundos. En su mano, estrujado, el pañuelo verde. Andrés Hernando trató de igualar al toro. «!No, no! ¡No lo mates!» empezó a gritar el público agitando los pañuelos con frenesí solicitando el indulto del noble y bravo Potrico. Y el presidente concedió el indulto para evitar un posible conflicto de orden público. Andrés Hernando simuló con una banderilla la suerte de matar. A sus manos llegaron simbólicamente las dos orejas.
El toro no se va
Eran las siete y treinta y tres minutos de la tarde. Aparecen cuatro bueyes. Entran y salen. Potrico se resiste a entrar al toril. Le franquean el paso por la puerta de cuadrillas. Inútil. A las ocho de la noche pide permiso Dámaso Gómez para ausentarse. A las ocho y cuarto anuncian los altavoces, que «el distinguido público abandone la plaza», No hay manera de retirar al toro. Ni la danza de los capotes ni el valor de Curro Caro citando con la gabardina consiguen nada. Sobre las nueve de la noche. hermanado con los bueyes, entró él el primero al toril.
Potrico permaneció en los corrales hasta el 25 de junio, fecha en la que fue embarcado para su ganadería. Dos días antes, el 23, se repitió el mismo cartel con el aditamento de Ángel Peralta. Los señores Hijos de Pablo Romero mandaron otro encierro selecto, lidiado entre aclamaciones que suponemos llegarían hasta los corrales donde terminaba su curación y hospedaje Potrico.
La noche anterior en el Real Club Náutico y en el transcurso de una cena se rindió homenaje a los Hijos de Pablo Romero. Al término de la misma la empresa entregó a don Felipe de Pablo Romero una bandeja de plata con la divisa celeste y blanca y el hierro arriba de plata e incrustado en ónix (piedra de color azul oscuro). La inscripción dice: Recuerdo de Pedro Balañá Forts a los señores Hijos de Pablo Romero con motivo del primer toro indultado por bravo en la plaza Monumental de Barcelona y devuelto a su ganadería. 23 de mayo1968. Me contó don Jaime de Pablo Romero que al llegar Potrico a la ganadería bajó del camión dando saltos y mugiendo de contento. Reconoció en seguida la dehesa que le vio nacer."
Potrico, aquel bello y puro ejemplar de Pablo Romero, murió en la primavera de 1977 cuando llevaba siete años de semental. Treinta años después le recuerdo como ejemplo vivo a seguir de bravura y nobleza.
Valga este tiempo de espera para abrir este modesto blog a las anécdotas y noticias más relevantes de tiempos pasados para explicar con más fundamento lo que tenemos en el presente. Espero que os guste.
Foto: Archivo personal Perez@larcon
2 comentarios:
Pues los pablorromeros estaban "al alza". Aquí dejo la liga a la crónica de "La Vanguardia" de Barcelona del viernes 24 de mayo de 1968. En la misma página, se narra otro buen encierro de "los grises" en Madrid. Saludos desde Aguascalientes, México.
http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/1968/05/24/pagina-31/34312740/pdf.html
Sobre ese toro puedo decir que D. Pablo Romero estaba muy agradecido a Hernando por el indulto, y le recompensó matando toros a puerta cerrada durante muchos años.
Un saludo.
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