De los novilleros, decir que el único que ha sorpendido gratamente es el granadino Jósé Angel Fuentes, y se puede aventurar buen futuro, ya que no sólo la capital de la Alhambra tiene a "El Fandi", sino que puede "enfandilar" con este novillero, de fina estampa y buen criterio de la tauromaquia. Sobre el encierro del Marqués de Domecq, de buena presentación, pero de baja raza, decir que han cumplido en todos los tercios, pero sin llegar a rematar con clase.
Martín Carmona, de Sevilla, tuvo un primer novillo noble pero sin raza, que se dejó en los primeros compases para luego apagarse.
Con el cuarto de la tarde, anduvo con las mismas dudas, y sin desarrollar todo lo exigible con un novillo con genio pero que transmitia algo más que sus hermanos. Le falto continuidad y rotundidad a la faena.
Juan Moreno, de la Algaba, estuvo en todo momento con ganas y animado tanto con el capote como con la muleta, pero demostrando su bisoñez taurina. Con la muleta quiso entrever su técnica, con un novillo que acusó genio y falta de raza. Con la espada otro que necesita mejorar.
Con el quinto, demostró garra y coraje para recibirlo a portagayola, y lancearlo de forma muy poderosa con el capote. Tras querer rematarlo con una larga cambiada de rodillas lo empitonó de mala manera, del que milagrosamente se escapó. El de La Algaba demostró ilusión en los primeros compases de la lidia, con un vistoso toreo sobre las piernas. Faena más efectista que ortodoxa, y más popular que clásica. Con la espada, otro desastre.
Jose Angel Fuentes, venía de la mano de ¨El Fandi", que se encontraba en el callejón, demostró tener mejor argumentos lidiadores que sus compañeros, y se le vio suelto y con cierto oficio. Firme y con cabeza demostró que tiene talento para conocer los terrenos del animal. Faena de menos a más, con series muy ligadas, y con planta muy torera que culminó con una gran estocada, y con la petición de una oreja que fue justamente concedida. Buen sabor de boca.
Con el que cerraba plaza, lo saludo con capote de manera inteligente, y ganándole terreno a los medios. Con la muleta tuvo la virtud el novillero de darle sitio y templanza a sus nobles embestidas. Distancia y un criterio lidiador son elementos que el granadino practica a la perfección. Relajados naturales con la estética adecuada, y con la firmeza de planta adecuada. Faena para aficionados más que para público. Otra gran estocada, y otra merecida oreja para el joven torero de Granada. Que grata impresión la de este novillero, que no torea para la galeria, y que acredita muy buenas maneras. Se le verá en la final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario