Demagogia política (taurina) en Galicia

Desolado y sin fundamento alguno me quedo cuando leo en el Diario La Opinión de la Coruña, que el actual alcalde del Partido Popular de esa ciudad no asiste ni él, ni ningún miembro de su agrupación, a la presentación de la Feria de María Pita, y al Pregón Taurino de Andrés Amorós.

Según el citado diario, "El hecho de que ni Negreira ni ninguno de los ediles del PP asistieran al pregón causó una gran decepción entre los más de 150 aficionados que acudieron al Meliá María Pita y entre los organizadores de la feria taurina. Entre los asistentes al acto no faltaron los que calificaron esa ausencia como una falta de respeto del Gobierno local hacia un espectáculo en cuya organización colabora económicamente el Concello con casi 130.00 euros anuales."

Pero no sólo ha sido el Partido Popular, sino también el lider del BNG (Partido Nacionalista), el que ha reiterado su malestar con la fiesta nacional, y tampoco ha acudido a la cita institucional, ya que como establece la Agencia efe, "Con este acto simbólico, los nacionalistas han querido escenificar su "malestar" con la financiación pública de una actividad "bárbara y cruel".

A este respecto, han pedido al alcalde de la ciudad, Carlos Negreira, que retire la subvención de 130.000 euros para la celebración de la feria taurina y destine este dinero "a las necesidades reales de los ciudadanos".

Los partidos políticos, todos y sin excepción alguna, empezando por el PSOE, - que abolió los toros en TVE desde su llegada a la Moncloa, y generó en el sistema la posición animalista más descarada - y terminando por el partido más regional o independiente, deberían "formar" a sus dirigentes en su "ideario" o argumentario ideológico acerca de su posición frente a la fiesta de los toros. No es posible que el PSOE/PP en Andalucía diga una cosa y otra bien distinta en Galicía. No es posible que Esperanza Aguirre de pregones en Málaga, y que en Galicía, - uno del PP-  se ausente su persona que es la máxima Autoridad Local en su ciudad en un acto institucional taurino. O todo espeso, o todo claro, sin conjura de ningún tipo acerca de lo que más interese a sus electores. 

Lo mismo pasa en Cataluña, y se diga que el PP defenderá la fiesta de los toros, y lo haga en las formas, pero luego, al día siguiente, negocie con el máximo impulsor de la abolición (CIU) en sacar adelante los proyectos legislativos (Ley de Presupuestos) y ser un "fiel amigo de viaje parlamentario", sin que la "batalla de los toros" sea un "guiño" para esos intereses.

¡¡La demagogia no es lo que desea el pueblo!!. El pueblo quiere que se ejerza la política de forma limpia y sincera, sin dobleces, y sin posturas que buscan el alivio (el económico, como razón de peso) y la comodidad del "ser político", frente a la ciudadanía que con un poquito de sentido común vé que los intereses políticos están muy por encima  de aquellos valores, y en lo que respecta a la materia taurina, - la que yo quiero resaltar en este artículo - la cosa en algunas regiones, en coordinación con el argumentario político - dista mucho de reflejar una postura común. Así nos va el pelo.