No sé si será el calor, la edad, la presión, o el yo que sé, pero al Úsía que pone orden en los festejos en la Plaza de Toros de Almería, ha perdido el rumbo del criterio y la unidad, y parece estar desorientado. Hoy ha negado una oreja a "El Cid", - por una faena discretita eso sí - ha dado dos orejas absurdas a Castella, y ha permitido - hoy sí - que los pares de banderillas se cambiarán al segundo par. ¿Por qué hoy sí y no ayer, o anteayer?. Preguntas que dejo para la prensa almeriense, por sí algún dia se lo preguntan a la persona que ha originado cierta confusión en el aficionado cabal.
Hoy al reclamo de Cayetano la gente llegaba a la plaza con la sorpresa de que en el tendido se oía siempre la misma respuesta: "no viene, esta lesionado" y donde el "aficionado" le respondía: "Viene Juan Mora". Juzguen ustedes esta conversación y calibren la afición que existe en mi tierra. Y es que el ausente Cayetano le "salvo la tarde" al empresario ya que hasta el momento es la corrida donde más público se ha concentrado en el coso, ya que llegaba a la media plaza.
Se ha lidiado un encierro de Parladé, quer han dado juego, destacando el 3º. Flojos y faltos de raza en su totalidad. Bien presentados excepto el 5º de la tarde.
A Manuel Jesús "El Cid", sorteó un primer toro inválido de los cuartos traseros que apenas se picó, y el Usía cambio el tercio con dos pares ante la falta de fuerzas del animal y a petición del propio matador. En la muleta el toro fue aprovechado por el diestro de Salteras que estuvo porfión y con el suficiente temple para que el toro no se cayese. Faena inteligente y variada ante un toro inválido pero noble. Luego toreó para la galería y sin el ajuste deseado, con efectismos y adornos para calentar al público. Tras media estocada y un descabello la gente le ovacionó.
Con el colorado que hacia el cuarto de la tarde, lo recibó muy bien con el capote con unas verónicas y una media soltando el capote con mucho gusto. El toro se desgastó en el tercio de varas, donde derribó al caballo, dejándose todas las fuerzas en dicha acción. En la muleta, mucha voluntad, y porfión por ambos pitones. Soso en las embestidas, el torero sevillano optó por acercarse al público y tirar de oficio y toreo popular para cortarle una orejita. Tras una estocada algo desprendida, se le pidió con fuerza la misma que el Presidente no concedió. ¿Ayer, sí, y hoy no?....ayer por menos se dieron orejas por faenas más ramplonas. Lo dicho un Presidente que ha perdido el orden y criterio.
Castella con el primero tuvo la virtud de mimarlo en el caballo - otro que no se picó -, y de ofrecer al público la quietud y ese toreo estático que mezcla frialdad y muchas pausas entre las series. Buen quite muy ajustado por chicuelinas. En la muleta, el toro le falto clase y raza para transmitir. Acortó distancias ante un toro que se rajó, y aplicó la teoria de Castella, ponerse delante de un animal sin fuerza y emoción. Falló a espadas, y todo se saldó con una generosa ovación.
Con el último de su lote, un toro feo de lámina y el peor presentado de la corrida, fue lidiado pesimamente por la cuadrilla, y puso en apuros a los caballos, que derribó a los dos y lesionó al caballero "Josele". Luego vinieron las prisas y el desorden. Con la muleta, el torero frances lo recibió en el centro del ruedo y le enjaretó tres pases por la espalda sin moverse, marca de la casa. Faena mejor estructurada por el pitón derecho, y con un toro que le faltaba clase. Noble pero sin condición alguna que Castella aprovechó. Tras una estocada entera, se le concedieron dos orejas absurdas y benévolas con la feliz colaboración del Presidente que en doce años de "mandato" se ha cargado el prestigio de la plaza de Almería. Desde aquí mi más sincera enhorabuena.
David Mora - que debutaba en Almería - recibió con un alegre saludo capotero, y con mucho gusto, ante un toro que tenia casta y acometía con nobleza y bravura. Fue al caballo y por ende, se picó, y apreto en banderillas, arrollando contra las tablas al tercero de la cuadrilla que se ha salvado de una "tabaco gordo" en Almería. Con la muleta, el toro seguía empujando con nobleza y transmisión, y Mora lo entendió a la perfección. Se prodigó más con la derecha. Con series firmes y mandonas. Faena compacta y muy firme, y con detalles muy toreros. Se volcó al entrar a matar, siendo arrollado sin consecuencias, dejando una estocada caida que le valió las dos orejas. Con una oreja me conformaba, pero formaba parte de la desorientación, aunque quizás haya sido la faena más rotunda de lo que llevamos de feria.
Con el último de la tarde, un toro que embestia a oleadas y con genio, estuvo animado y queriendo agradar en todo momento pero sin que aquello tuviera consistencia artística. Debió estar más reposado, y más centrado, pero recurrió al toreo efectista ya que la tarde estaba facil, sobre todo en el Palco. Tras fallar con la espada fue ovacionado.
Se desmonteró Javier Ambel en el segundo toro, tras colocar dos sensacionales pares.
Fotos: Perez@larcon
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