Han pasado muchos años que no visitaba Las Ventas, y me he quedado sorprendido de las instalaciones de la plaza. La mejora y adecuaciones realizadas son la confirmación de que en la Villa y Corte se apuesta por los toros.
Confirmaba la alternativa el mexicano Fermin Spinola que por lo visto merece repetir el año que viene, tras su faena del 5º toro, con una faena muy interesante, y toreando muy despacio.
Se ha lidiado una corrida muy bien presentada de Valdefresno, (con un toro de Fraile Mazas), que ha tenido un comportamiento noble, destacando 1º, 2º, y el excelente 5º. Corrida con muchos matices, pero que no ha aburrido al aficionado.
Carlos Escolar Frascuelo, veterano matador y "mimado" de la afición de Madrid, justificó su inclusión con una serie de trincherillas a los medios para empezar la faena que tuvieron gusto y empaque. Luego las carencias técnicas del torero - que apenas se silvaron - y la falta de acople no motivaron que la faena tuviese el vuelo esperado. Con la espada mal. A pesar de todo saludó desde el tercio.
Con el cuarto de la tarde, el de más peso de la corrida, y que tuvo su importancia en la muleta, manseó en los primeros tercios de la lidia. Frascuelo estuvo voluntarioso pero evidenció las dudas y prevenciones dignas de un torero con muchos años y con las fuerzas justas para estar delante. El toro apretaba algo y Frascuelo no está para guerras. Mató como pudo, y al final fue silenciada su labor, con algunos leves pitos de la afición venteña.
Fermin Spinola, con el toro de la confirmación que hizo amagos de salida de saltar al callejon, de condición noble, estuvo voluntarioso pero carente de planteamiento e ideas. Más a gusto con la mano derecha, tuvo la fortuna de recibir una fea voltereta sin consecuencias, pero motivada por su falta de colocación. Un toro que debió recibir otra lidia. Tras media estocada y un descabello se le silenció su labor.
Con el quinto de la tarde, un toro que no se entregó en los primeros tercios, Fermín dejo constancia que sabe torear al natural y dejó los muletazos más templados y largos de la tarde. Faena pausada y sentida, que tuvo toreo de manos bajas, y mucha templanza con series muy mandonas con la mano derecha. El cierre de la faena tuvo detalles muy toreros, y se gustó. Tras una estocada baja, el público pidió la oreja pero sin la mayoria deseada para otorgarla. Una aclamada vuelta al ruedo fue la justa recompensa.Andres Palacios, que repetía en Madrid tras cortar una oreja en agosto, recibió de capote con soltura y cierto gusto a su primer oponente. Le faltó raza y empuje al toro para que Palacios tuviera más acople. Pego pases pero sin decir nada. Quizás el toro se merecia otros planteamientos en los medios y no en los tercios. Con la espada debe mejorar.
Con el último de la tarde, Palacios se gustó en el saludo capotero, pero predomina en este torero la frialdad. Si a eso le añadimos la pésima lidia y tercio de banderillas que su cuadrilla gestionó, es lógico concluir que Palacios tenía una dificil papeleta, como era sacarle faena a un toro pesado de Fraile Mazas, falto de raza y transmisión. Torero de corte clásico, pero soso que poco o nada pudo hacer el diestro al albaceteño, que anduvo pesado y porfión con ese toro. Con la espada se lio otra vez.
Tarde calurosa, donde saludó David Adalid en el cuarto de la tarde.
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