Esta semana ha habido un acontecimiento importante en la Camara Alta -aquella Institución que la sociedad civil cuestiona por su aparente debilidad en la estructura legislativa - en lo que la materia taurina se refiere, y es la firme decisión del Ministro del ramo, José Ignacio Wert, de reunir a la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, y para ello ha afirmado el titular de Educación, Cultura y Deporte, que «Se modificarán, en lo que sea preciso y necesario, su composición y funciones para que sea un instrumento activo, de trabajo continuo que apoye al ministerio en esta nueva competencia».
Es justo reconocer que dicha afirmación en el Senado, supone poner en valor a la fiesta de lo toros, y a la Tauromaquía, y situarla en el epicentro del marco cultural de España. El ejecutivo que lidera Mariano Rajoy, lo dijo abiertamente en las pasadas elecciones generales, y ha querido materializar dicha promesa, con esta ágil maniobra de modificar la normativa que amparaba la Comisión de Asuntos Taurinos, y volver a reestructurar los cimientos administrativos de las personas que integran dicho órgano colegiado.
La Orden de 8 de octubre de 1998, por la que se aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, fijaba a la comisión una serie de elementos y principios para, entre otras cosas estériles, la adopción de medidas para fomentar y proteger los espectáculos taurinos.
Su naturaleza jurídica se la otorga el artículo 1, que determina que «La Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos es un órgano colegiado del Ministerio del Interior, (ahora Educación, Cultura y Deporte) adscrito a la Subsecretaría del Departamento, con carácter consultivo y funciones de asesoramiento en materia de espectáculos taurinos». Importante destacar esto último, ya que dicho asesoramiento vendrá ejecutado por aquellos miembros, - que en la actualidad su artículo 3 debería ser redactado y compuesto por personas que de forma eficiente y eficaz demuestren esa labor consultiva para proteger y defender la fiesta en Cultura - que, en mayor o menor responsabilidad, son parte integrante de la mala situación actual en la que se encuentra la fiesta. Pero aparte de seleccionar a los que mejores cumplan esos requisitos, deberá potenciarse de forma esencial cada una de las Secciones por las que se compone el funcionamiento de la Comisión, ya sea en Pleno o Secciones o Grupo de Trabajo. La sección que a mi jucio debe ponderarse con personas adecuadas y preparadas para su consulta, debe ser la destinada al Fomento y Protección de la fiesta, la de Presidencías y por último, y más importante, la que se dedica a la Mejora del Toro de Lidia.
El Ministro Wert ha incidido en su pronta renovación, y convocatoria, pero no debe olvidar que las secciones citadas, y que componen una de las areas por la que vigilan los miembros del órgano consultivo, son vitales para que la estructura de la fiesta no se vertebre, y desde los poderes públicos implicados fortalezcan sus competencias, fuerzas y propósitos para impulsar con verdadero acierto lo que nació con vocación de servir a los estamentos de los espectáculos taurinos.
La Orden de 8 de octubre de 1998, por la que se aprueba el Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, fijaba a la comisión una serie de elementos y principios para, entre otras cosas estériles, la adopción de medidas para fomentar y proteger los espectáculos taurinos.
Su naturaleza jurídica se la otorga el artículo 1, que determina que «La Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos es un órgano colegiado del Ministerio del Interior, (ahora Educación, Cultura y Deporte) adscrito a la Subsecretaría del Departamento, con carácter consultivo y funciones de asesoramiento en materia de espectáculos taurinos». Importante destacar esto último, ya que dicho asesoramiento vendrá ejecutado por aquellos miembros, - que en la actualidad su artículo 3 debería ser redactado y compuesto por personas que de forma eficiente y eficaz demuestren esa labor consultiva para proteger y defender la fiesta en Cultura - que, en mayor o menor responsabilidad, son parte integrante de la mala situación actual en la que se encuentra la fiesta. Pero aparte de seleccionar a los que mejores cumplan esos requisitos, deberá potenciarse de forma esencial cada una de las Secciones por las que se compone el funcionamiento de la Comisión, ya sea en Pleno o Secciones o Grupo de Trabajo. La sección que a mi jucio debe ponderarse con personas adecuadas y preparadas para su consulta, debe ser la destinada al Fomento y Protección de la fiesta, la de Presidencías y por último, y más importante, la que se dedica a la Mejora del Toro de Lidia.
El Ministro Wert ha incidido en su pronta renovación, y convocatoria, pero no debe olvidar que las secciones citadas, y que componen una de las areas por la que vigilan los miembros del órgano consultivo, son vitales para que la estructura de la fiesta no se vertebre, y desde los poderes públicos implicados fortalezcan sus competencias, fuerzas y propósitos para impulsar con verdadero acierto lo que nació con vocación de servir a los estamentos de los espectáculos taurinos.
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