Con permiso de Chiclana, otro «Romero» tiene Sevilla.

Anda la fiesta algo mareada y sin rumbo, definiendo conceptos y estructuras bajo una sombra alargada de inmovilismo, y ello mezclado por una corriente de apatía en el aficionado que hace que la fiesta esté perdiendo el haz de luz que antaño poseía. Pero noticias, o mejor dicho, acontecimientos o sensaciones como la de la pasada noche en Roquetas de Mar, en una clase práctica organizada por la Escuela Municipal Taurina de Almería, hace que esa inmensa niebla que nos acecha provoque que una pizca de sol se adentre en las nubes y desaparezcan los miedos descritos. Y es que cuando varios y solventes aficionados, de categoría y solera, te llaman a medianoche, y te comentan y describen que han visto a un novillero sin caballos, con ilusión, gusto y torería, provoca un gran alborozo en la condición de aficionado a los toros.

¿Y como se llama esa ilusión?. Se llama José Ruiz Muñoz, de Chiclana de la Frontera (Cádiz), y si les digo que es sobrino-nieto de Curro Romero, creo que los motivos para creer en esos rayos de luz son suficientes como acreditadas son las personas que me han comentado el alboroto que montó la pasada noche en el Coso de Las Salinas. 

En las redes sociales algo se ha comentado de su actuación nocturna pero realmente las claves de su dimensión me la ha dado una persona que lo conoce muy bien, y me lo describe como un novillero con «cabeza amueblada y orientado para aprender y asimilar conceptos de la tauromaquia». Yo lo vi el año pasado en el campo pero andaba algo verde, pero tenía ciertas “cositas”, pero no es mala condición que cuando se encuentra más placeado y con oficio, en cada actuación intenta acreditar que estamos ante un novillero que posee unas cualidades muy buenas para que tenga su recorrido en su incipiente carrera artística. 

Zabala de La Serna ha dicho de él que «en la plaza, el simple manejo de los trastos delata las ascendencia a través de unas formas, de un aroma, innato: huele a Romero», por lo que podemos decir que los “aires” del chiclanero tienen la otra versión de los cimientos que ya pusiera un tal Francisco Romero López, cuando en 1954 se presentase en la Pañoleta y dejara el «aroma a romero» hasta las postrimerías del Siglo XXI. 

¡Buena cosa nos han dicho a los aficionados! - ¡«que este torea como nos gusta»! - frase con trazas de metáfora y que va a provocar que quien suscribe este artículo tenga la vista y el oido preparado para ver las próximas actuaciones de José Ruiz Muñoz, el otro «Romero de Sevilla», eso sí, con permiso de Chiclana de la Frontera.

Foto: Fernando Vázquez