Última de Feria y casi la totalidad de los tendidos cubiertos para ver un mano a mano muy apetecible y con una ganadería que siempre trasnmite mucho al público. Este año ha venido a Sevilla una corrida de Miura más fina de cabos, con menos voluminosidad (dentro del encaste que procede), y con caras limpias - excepto el sobrero que hizo quinto de 616 kilos- que se dejaron en líneas generales pegar en el caballo, pero que pecaron de justeza de fuerzas. Sólo el cuarto, sirvió al torero. Los demás muy justos de raza y a la defensiva.
Manuel Escribano pecho con primer toro que desarrolló sentido y peligro durante la lidia. Discreto en el caballo. En el tercio de banderillas Escribano cumplió sin más ante un animal que había que exponerle. En la muleta series cortas que tuvieron interés por la transmisión de peligro del toro y la lidia del torero.
Con el tercero, que se picó con algo más de sustancia en el caballo, Escribano de gusto mejor en banderillas sobre todo en el tercer par al violín de mucho mérito. En la muleta templó en varias series sin los ajustes deseados pero con mucha voluntad y oficio. El toro soso en su condición, se terminó apagando.
En el quinto, se fue a chiqueros por dos veces porque salió un sobrero de la misma ganadería que tuvo genio en la muleta. Escribano quemó todos los cartuchos, pero está claro que no era su feria. Un toro que no le dejó más que destacar en banderillas y recibirlo muy suave con el capote donde los lances a la verónica tuvieron mucha vibración. Silenciada su labor tras una digna actuación ante un animal sin opciones. Mal los aceros.
Pepe Moral lo recibió de rodillas pegado a tablas con un toro que se dejó poco y donde Moral tiro de oficio y técnica. Faena simple pero efectista donde lomas destacado fue la estocada. Con una minoría de pañuelos se le dio una benevolente oreja.
Con el cuarto Moral repitió guión en actitud y se fue a chiqueros. Enjareto lances muy templados a la verónica. Cumplió en el caballo. En la muleta hizo una faena poderosa con tandas muy encintadas por ambos pitones ante un animal que tuvo emocion pero le faltó humillar un poco. Los finales de cada tanda tuvieron gusto y la faena fue cogiendo vuelo y mucho empaque. Tras una gran estocada ligeramente caída se le premio con una Oreja.
Con el que cerraba la feria, tuvo dos inconvenientes; por un lado la lluvia que empezó a distraer al público, y por otro, la escasa acometida del animal que además no tenía un pase por ambos pitones. Moral tomo precauciones y ahí acabó todo.
Foto: Twitter Arjona
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