Impecable encierro de Rocio de la Camara, en presentación,por encima de la media en Sevilla, y en juego, que excepto el sexto, todos tuvieron nobleza que no fue aprovechada por los tres novilleros que no supieron ver o entender las buenas condiciones de los novillos. Que pena de escalafón y de novilleros.
Toñete anduvo por debajo de un novillo
que debió ser mejor entendido en forma y fondo y donde el madrileño
estuvo encimista y frío ante un novillo que fue aplaudido en el
arrastre por su nobleza y condición. Lo mejor dos series con la mano
derecha.
Tampoco aprovechó del todo al
noble cuarto. Se gusto con el capote y la faena de muleta tuvo cierto
sentido pero tal vez no le dio el sitio adecuado al novillo. Faena
técnica pero le faltó algo más de plasticidad e importancia.
David Salvador se mostró firme con
otro novillo noble que manseo en el caballo pero algo soso en los
primeros tercios. Le permitió expresarse en la muleta. Faena con
altibajos propios de su bisoñez. En un remate perdió los pies y le
cogió de malas maneras e interrumpió la continuidad de la faena.
Tras una estocada entera de correcta ejecución y sitio se le pidió
una oreja que la Presidencia otorgó.
Pecó de frialdad ante
el quinto, otro novillo que se dejó. Mal picado y con muy mala lidia. Noble fue
el novillo en la que planteó una faena larga y sin acoplarse donde
el animal terminó por rajarse. Tras una media estocada atravesada se
dio una vuelta al ruedo de escasa oportunidad.
El Adoureño tuvo un primer oponente
noble pero que le faltó transmisión. Se pudo ver que torea bien con
el capote pero que se amontona en la muleta. Faena fría y sin alma
que terminó por aburrir al personal. Con la espada muy mal.
Con el último, un novillo que apretó
con algo de genio en el caballo estuvo templado en la muleta en una
faena sin continuidad por las escasas fuerzas del animal y la sosería
que trasmitía en los engaños.
Como dice la expresión popular taurina, ¡se fueron con las orejas puestas!, y los novilleros creyéndose otra cosa. Urge en la fiesta cambiar el modelo de los que se inician en el noble arte de torear.
Como dice la expresión popular taurina, ¡se fueron con las orejas puestas!, y los novilleros creyéndose otra cosa. Urge en la fiesta cambiar el modelo de los que se inician en el noble arte de torear.
No hay comentarios:
Publicar un comentario