Festividad del Corpus en Sevilla, y un año más un festejo menor para conmemorar este día tan especial en Sevilla. Y es que día no se concibe sin ver por la mañana la procesión y por la tarde asistir a los toros. Antaño venían las figuras, o se remataba con un interesante cartel de toreros, pero desde hace años se sustituye por una digna novillada con picadores que, - ¡me perdonen Ustedes! - no es comparable a lo que años atras estabamos acostumbrados. Cosas del momento.
Se lidió una novillada de excelente presentación - excepto el segundo - de Fuenteymbro, noble en general, mansita en el último tercio de la lidia, - excepto quinto de la tarde - que le faltó un poco de raza. Algunos novillos interesantes, como el tercero, tuvieron que ser mejor aprovechados.
Con su primero Emilio Silvera estuvo suelto y dejó buenos detalles en la muleta ante un animal que tuvo un buen pitón derecho y donde el diestro no aprovechó en su totalidad. Con la izquierda el animal molestaba un poco y la faena perdió continuidad. Una espada premio una generosa vuelta al ruedo.
Con el mansito, segundo de su lote, anduvo relajado en dos series mandonas con la izquierda en una faena que se fue apagando hasta por la escasa acometida del animal. Siempre dispuesto estuvo firme pero sin la recompensa deseada. Tras pinchazo y estocada fue obligado a saludar.
Juan Pedro Garcia “Calerito” demostró oficio en su recibo capotero ante un novillo que tuvo nobleza pero le faltó trasmitir. Buen oficio el demostrado por el novillero que le planteó batalla a un animal que manseó pegado a tablas donde dispuso de las mejores tandas. Tras una estocada entera se le pidió una oreja que la Presidencia con acierto no otorgó. Una vuelta fue su premio.
En el quinto se fue a chiqueros para recibir a un animal, el de más peso de la noche, que tuvo una buena pelea en el caballo de mano de Manuel Jesus Ruiz Roman. Calentó al personal con el capote para dejar una media de rodillas en los medios de la plaza. Planteó una faena sincera y de oficio con un novillo que se dejaba engañar pero con escasa entrega. No manseó como sus hermanos pero de raza muy justa. Tras una estocada perpendicular fue silenciada su labor.
Daniel De la Fuente anduvo sin apreturas en el lance capotero, y con dudas más que evidentes junto a su cuadrilla en la lidia de un animal que tuvo cierta clase en la faena de muleta. Sobre todo con la izquierda donde humillaba con largura y donde De la Fuente apretó poco. Un novillo que tuvo interés ante un novillero que le faltaba oficio para conectar con lo que necesitaba el novillo. La espada se le atragantó. Novillo que fue aplaudido en el arrastre y silenciada la labor del diestro.
Con el sexto, otro animal serio de estampa, Daniel estuvo más voluntarioso con otro novillo que se paró pronto en los engaños. Demostró carencias en sus planteamientos para colocarse delante del novillo pero dejó algunas series estimadas con ambos manos pero sin la continuidad deseada. Tras pinchazo y estocada fue silenciada su labor.
Foto: Twitter Arjona
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