1ª Feria de Almería: Triunfo de "El Juli" y detalles de Morante

Volvían los toros a la ciudad de Almería tras dos años debido a la triste Pandemia que nos ha tocado vivir y lo hacia con un público animado y deseoso de ver toros en el coso de la Avenida de Vilches, recinto por cierto, que denotaba un lamentable deterioro por el paso del tiempo, y que desde estas líneas muestro una llamada de atención para que el bien protegido como interés cultural, tenga para el próximo año un especial cuidado como antaño estaba este coso centenario.  Se lo merece el recinto y los usuarios. 

Dicho lo cual, lo importante era dar toros este año, - tras dos años de ausencia y por eso "chapeau" a la empresa - y eso se reflejó en el aforo que se se cubrió en sus tres cuartas partes del aforo permitido, lo que puede decirse que se trató de una buena entrada de público. 

De lo acontecido en el ruedo, destacar que se lidiaron seis toros de Zalduendo, de justa presentación y peso, y que les faltó fuerzas y raza en líneas generales. Tuvieron nobleza pero llegaron muy parados al último tercio y tan sólo el lote de "El Juli" fue propicio para el lucimiento.  

Morante de la Puebla sorteó un primer toro que lanceó con suavidad con el capote a un toro que salió suelto, pero sus poocas fuerzas fueron suficientes para que en la muleta el sevillanonso dejase tres series con la la mano derecha llenas de gusto y empaque y con unos sensacionales pases de pecho. Tuvieron sensibilidad y belleza los pasajes finales y tras un estocada caída se le premió generosamente con una oreja. Con el último de su lote, - en el que el diestro puso banderillas - se encontró a gusto y lo recibió de rodillas para ejecutar dos tijerillas de mucho valor, pero la escasa raza del animal no permitió dar continuidad a las enormes ganas del torero por agradar. Lo intentó y dibujo detalles por ambos pitones que tras fallar a espadas todo quedó en una ovación de despedida. 

"El Juli" fue el triunfador de la tarde, tras cortar una oreja a cada uno de sus oponentes. Con el primero, un toro noble que le permitió torear y exprimirlo con ese toreo tan poderoso del madrileño. Tras una buena estocada, se le concedió una oreja. Con el quinto de la tarde, volvió a repetir el guión pero aqui el mérito fue del torero, que ante un animal soso, puso todo de su parte para conseguir ese triunfo, y la inteligencia del domonio y temple fue suficiente para cortar esa "orejita" que le posibilitaba ser el triunfador de la tarde. 

 Por último José María Manzanares, cortó una oreja del desrazada tercero de la tarde, en una faena sin apreturas, con series cortas por la mano derecha, y que tras un pinchazo y estocada se le volvió a premiar generosamente con una oreja, tras fuerte petición de un público dispuesto a ver triunfar a los toreros. Con el que cerraba la tarde-noche, el alicantino no pudo redondear el triunfo ante una animal que salió muy abanto de salida - como todos sus hermanos - pero que le midió mucho al diestro, con un animal con muchas teclas, y donde atemperó la mansedumbre del animal que se apagó muy pronto. Tras una estocada algo desprendida y trasera, se le pidió una oreja que la Presidencia, con mucho acierto, no concedió.

 

Foto: Baltasar Gálvez