Y esto la verdad no tiene arreglo. Me fascina que la prensa le dedique más importancia al hecho de la acción de la reventa (según R.A.E.: Conjunto de revendedores de entradas para espectáculos públicos o local en el que desempeñan su actividad), que al propio hecho de la calidad del cartel que hoy va a tener lugar en el Puerto de Santa María, del cual no participo, por otras razones, por la desfachatez del empresario de querer vender un abono (real) para ir a un sólo festejo...lo cual me negué en toda regla. Al aficionado no se le puede imponer unas reglas, ya que debe ser él que impongan las mismas, y por eso mi absoluta tranquilidad de quedarme en casa, y disfrutar con las llamadas de teléfonos de amigos/as, transmitiéndome esas sensaciones que por supuesto serán estupendas y mágicas. Pero eso sí, a los amantes del toro....que se despreocupen esta tarde de ver un toro.......
Sin perderme en la idea de este "post", creo que la prensa se equivoca al centrarse en la importancia de la reventa, lo cual ignoran que la misma esta expresamente prohibida, como lo recoge fielmente la normativa de aplicación, considerando una infracción grave, en la Ley 10/91, de 4 de abril, en su artículo 15.n), " La reventa no autorizada de localidades para espectáculos", lo que implica una ignorancia supina del asunto, y lo más grave una apología al "revendismo" más absurdo.
Sin perderme en la idea de este "post", creo que la prensa se equivoca al centrarse en la importancia de la reventa, lo cual ignoran que la misma esta expresamente prohibida, como lo recoge fielmente la normativa de aplicación, considerando una infracción grave, en la Ley 10/91, de 4 de abril, en su artículo 15.n), " La reventa no autorizada de localidades para espectáculos", lo que implica una ignorancia supina del asunto, y lo más grave una apología al "revendismo" más absurdo.
La reventa no garantiza el éxito, ni avala ciertas conductas, pero genera mucho desconcierto, y sobre todo pone en evidencia a la propia administración, la cual no dispone de los medios suficientes para controlarla, lo que me inquieta y me entristece como aficionado. O no existe voluntad, o no hay medios. ¿Donde está el término medio?.........Yo lo sé: en aplicar la normativa vigente. He dicho.
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