Adolfo Suarez Illana «engaña» a la afición.

Menuda sorpresa me he llevado este fin de semana cuando observo en los resultados de los festejos de la jornada, que el hijo del que fuera el primer presidente de nuestar bendida democracia, Adolfo Suarez Illana, ha actuado, en su condición de aficionado práctico, un festival taurino en Alquerías del Niño Perdido, (pueblo del «profeta» Molés). Pues bien dicha participación supone un engaño a la inteligencia del aficionado, y una "bofetada" en toda regla, pues hasta los aficionados prácticos como él incumplen su palabra.

Y digo esto porque he buscado en las hemerotecas - pues recoradaba dicho acontecimiento - que Adolfo Suarez Illana, en una entrevista en el «Diario El Mundo», (martes, 16/10/2007), expresaba lo siguiente; «Ya he dejado de sacar entrada de albero», para luego relatar el diario que «Sin la responsabilidad de las grandes plazas pero con la misma ilusión y el valor de los matadores de toros, Adolfo Suárez Illana puso fin a su etapa como aficionado en los ruedos anteayer en Espartinas (Sevilla). Lo hizo a lo grande, indultando un toro de su suegro, Samuel Flores, y paseando los máximos trofeos simbólicos en una tarde plagada de recuerdos que sirvió, a su vez, de sincero homenaje a su padre, Adolfo Suárez.»
El citado artículo, recogido de la biblioteca difgital del Diario, recoge sus impresiones que expresa que «Fue muy emocionante, muchos sentimientos concentrados en un sola tarde con el riesgo añadido de la seriedad del toro al que me enfrentaba, un cinqueño en el que mi suegro tenía gran confianza. Para todo el que sabe lo que es disfrutar toreando, esto ha sido un sueño con un final perfecto. No pude contener las lágrimas». Sigue relatando en dicha entrevista que «Adolfo Suárez Illana comenzó a ser aficionado práctico [es la expresión taurina] en 1999, a raíz de su boda con Isabel Flores, hija del ganadero albaceteño Samuel Flores. Desde entontes, más de siete años en los ruedos en los que ha toreado cerca de 80 festivales. «Es impensable que un aficionado práctico llegue a torear esa cifra de festejos. Por eso quise que el brindis de mi último toro fuera para los toreros, por haberme hecho un hueco en un mundo al que siempre he tratado con gran respeto».
Sobre el indulto expresó que, «El presidente sacó el pañuelo naranja que concedía el indulto al toro, momento que permitió a Adolfo Suárez terminar su carrera con un golpe de inspiración: «Quise hacer algo diferente y en vez de entrar a matar con una banderilla, se me ocurrió en ese momento hacerlo con un clavel amarillo. Pensé que sería bonito la sangre y el amarillo y después se lo di a mi hijo para que lo guardase de recuerdo».
Y para colmo al final de la entrevista declaró que «Todo tiene un principio y un final y creo que lo importante es que este final lo elijas tú y no el toro. He arriesgado mucho, tengo 44 años casi y una familia que me dice que lo deje. Ya he dejado de sacar entrada de albero y a partir de ahora la sacaré de tendido y callejón para seguir defendiendo la Fiesta todo lo que pueda»
Pues a la vista de todo esto, y el "indulto reglamentario" de Espartinas (Sevilla), D. Adolfo Suarez nos ha engañado, y nos ha «deleitado» con su comportamiento (como si de «un profesional» se tratase), que con su nueva vuelta a los festivales taurinos, y por ello por una causa justa, la gente miente hasta en los festejos de menor categoría para volver a "matar el gusanillo" ¡¡Olé la filosofia de vida!!. ¿Concederá otra entrevista para decirnos que «donde dije digo, digo diego»?. Todo es posible.