Hay de todo, como en bótica, pero hay os dejo un resumen de lo que opina la crítica taurina de los diarios españoles, y regionales, de mayor difusión sobre la corrida de ayer: (yo todavia no salgo de mi asombro).
"Ahora queda la discusión sobre la justicia del indulto del toro «Arrojado». Si alguien tiene un baremo objetivo para saber si el de Cuvillo mereció el indulto que lo diga. Sólo cabe decir que tomó dos varas de bravo en el caballo de Chocolate, que embistió por derecho en los soberbios pares de banderillas de Curro Javier, para acabar embistiendo con nobleza y suavidad cuantas veces le citó el torero." (Carlos Crivell, Sevillatoro.com)
"Porque este tercer toro, justito de trapío, con una pelea normalita en varas, buscó de inmediato refugio en tablas, junto al portón de caballos, donde tuvieron que ir a banderillearlo. Luego, el diestro tuvo que sacarlo varias veces de la querencia de tableros. Con la rebaja de exigencias en un hecho tan trascendental, ¿dónde acabará el prestigio de la Maestranza?" (Luis Nieto, Diario de Sevilla)
"¿Ha sido merecido o no el indulto? Primero, no existe un protocolo que dicte las normas exigidas para tal caso. Ante la calidad superior de un toro, surge la subjetividad. Pero los árboles de la emoción a flor de piel no deben impedir ver el bosque de la realidad. Arrojado no ha sido un toro perfecto. No ha empujado con los riñones en el caballo, ha sido banderilleado en los terrenos del sol y allí se ha desarrollado gran parte de la faena de muleta." (Antonio Lorca, El Pais)
"Volvía Cuvillo y Morante y Manzanares. Y Aparicio claro. Lo que fue una maravilla de ambientazo degeneró en un cachondeíto. Un indulto innecesario para un toro de mucha clase y temple. Esta vez si que se puede decir que tal torero indultó un toro. Manzanares indultó un cuvillo. Se empeñó a conciencia. Ya al final donde la acusada querencia del toro siempre marcó desde que pisó el albero. "Arrojado" se llamaba. De 500 kilos justos. Muy bajo de hechuras." (Zabala de la Serna, El Mundo)
"Si analizamos fríamente la cuestión, el indulto sería discutible por lo que hace el toro en los primeros tercios; no tiene duda, en cambio, por su forma de crecerse al castigo, de embestir sin parar; ni, por supuesto, por el extraordinario clima de emoción que se ha creado. (Andrés Amorós, ABC)
Los pañuelos que asoman, que piden la vida para el toro, que se le deje para semental. Manzanares que enseña al astado, que lo luce, su cómplice, amigo, y ante el júbilo general, asoma el pañuelo naranja por presidencia." (La Razón, Patricia Navarro)
"En cualquier caso, el presidente Salguero no se lo pensó demasiado sacando el pañuelo naranja que consagraba la vida eterna de Arrojado, el primer toro indultado en la plaza de la Maestranza en toda su historia. Sólo la vuelta al ruedo -sobraban las dos absurdas orejas simbólicas- fue un acontecimiento que Manzanares compartió con Álvaro Núñez Benjumea, ganadero victorioso de un largo pulso con la empresa del que sale crecido. Pero aún hubo más." (El Correo de Andalucía, Álvaro Rodríguez del Moral)
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