Bienvenidos a este espacio libre de opinión. Gracias por visitar este sencillo blog. Son responsables de las opiniones, comentarios y artículos publicados en este blog los firmantes de los mismos.

sábado, 15 de octubre de 2011

El adorno: Juan José Padilla*

Es casi obligado escribir sobre Juan José Padilla. La tremenda cornada, de un toro en puntas, que sufrió el jerezano nos devuelve una doble actualidad: su figura torera, su tauromaquia... y lo que es torear toros “íntegros”.
Alguien recordando a Juan Antonio Romero lo llamó el ciclón de Jerez. Juan Antonio Romero fue un novillero puntero en la década de los 50, que después tuvo varios años medianitos como matador de toros y que al final hubo de coger los palos para ganarse la vida a las órdenes de toreros de la talla de Antonio Bienvenida, Ordóñez, Litri, Miguelín y alguno más. Como su paisano Juan José Padilla, sirva este recuerdo como pequeñín homenaje al primer “ciclón de Jerez.
Juan José Padilla es ante todo un torero honesto. Sabe lo que hace y hace lo que sabe. Esto es no intenta filigranas y arabescos con capote y muleta, aunque no anda excento de buen gusto y una técnica más que depurada. En su etapa de novillero, ya se le veía un valor indudable y una cabeza algo más que clara para saber qué hacer con cada res. Siendo aun novillero, Rafael Fernández, Rafemo en la fotografía y Jarrillo en los carteles, dijo :”este va a comer de esto; se coloca bien, sabe coger los avíos y se pone muy de verdad”
Explotó sus cualidades para llegar a ser algo más que “torero de quince al año” que escribió Perez Lugín para referirse a los espadas que no cuajaban en figura del toreo. Su carrera está llena de obstáculos a sortear. Siempre, o casi siempre, le tocó bailar con la más fea; pero eso hace que aprendas bien los movimientos y pasos de cada baile. Se aprende más que bien el oficio. Es a raiz de un triunfo en Pamplona frente a un miura que consigue colarse, y no de rondón, en el circuito. Pero ya el cartel de torero que apechuga con lo que sea y da espectáculo, no se lo quita de lo alto ni a la de tres. Es su sino y su grandeza. Es lo que le hace jugarse la vida, de verdad, no de camelo, pero lo que le ha encumbrado y le ha dado un sitio en las ferias.
Tener que lidiar un dia si y el otro también corridas de semejante condición lo van forjando y llega a tener un sitio más que respetable. Lo que más impresiona de este torero que todo lo que hace en la cara del toro tiene importancia. Tanto cuando ha de lidiar sobre los pies como cuando se queda taco de quieto porque la condición del toro lo requiere. Por eso el publico lo aplaude y el aficionado lo respeta. Ahí es nada la relación de hierros con los que se ha tenido que jugar los cuartos: Miura, Cuadri, Victorino, Cebada Gago , Pablo Romero, Conde la Corte, Guardiola y demás ganaderías que dan importancia.
Padilla ha triunfado con tales astados en toda la piel de toro, Francia y las Américas. Sevilla, Jerez, Madrid, Pamplona, sobre todo San Sebastán, Santander, Málaga, Valencia, Nimes, Arles, Beziers, La Monumental Méjico.. fueron testigos de su toreo.
Puede que no tenga un concepto exquisito de la tauromaquia – no abundan toreros del corte de Chicuelo, Pepín Martín Vázquez o Pepe Luis Vázquez- pero si un concepto valeroso. Y a la larga, eso es lo que hace perdurar a la fiesta. Lo bonito hecho sin emoción se convierte toreo de cámara que dijo Javier Villán es el futuro de la Tauromaquia como eso del fraude siga campando por sus respetos.. La emoción que ha hecho pervivir el toreo la aporta el toro íntegro : en su casta, en su fuerza y en sus pitones.
“El trayecto de la cornada era muy limpio, como disecado con un bisturí” afirmó el equipo médico que realuizó la intervención del torero. Ay, los toros en puntas. Dicen los defensores del afeitado que los toros afeitados cogen igual que los otros; y de postre, te hacen una relación interminable de toreros cogidos, algunos muertos, por toros que habían pasado por donde jamás deben pasar. Si eso es así, si es verdad que es igual si los tocas que no... pues que no los toquen.
Maestro, suerte. Estoy seguro que alguna vez lo veremos de luces. Una cornada más es poco para terminar con una historia de lucha, sangre y victorias.

*Luis García Caviedes, Psicoanalista, escritor y aficionado de Sevilla.

No hay comentarios:

Quizás también le interese:

Related Posts with Thumbnails