Vaya tela el añito que llevamos. Ahora Almensilla. El 2011 está señalado en negro en todos los calendarios que tengan que ver con la tauromaquia. Como el que no quiere la cosa la inevitable se ha llevado por delante al genial Pepín Martín Vázquez y al maestro Antonio Chenel Antoñete. También le dejó su tarjeta de visita a tres grandes de plata: Manolo Carmona, Luis González y Antonio Fernandez Almensilla.
Cuando uno de plata alcanza el nivel que tuvieron éstos su recuerdo hay que grabarlo con letras de oro. Y viene a cuento escribir un poquito sobre lo que ese tipo de subalternos son para la Fiesta.
Rafel Fernandez Jarrillo, los compara con los guitarristas flamencos. Una buena guitarra da los acordes, los tiempos y acompaña, como meciendo, el hacer del cantaor. Por ello no solo están en el recuerdo los grandes artistas como Tomás Pavón, Manuel Torre, Juanito Mojama, La Niña de los Peines, Manuel Vallejo, Antonio Mairena, Caracol, Juan Talega, Perrate, Fernanda y Bernarda de Utrera, Borrico de Jerez , Antonio Nuñez Chocolate, La Perla de Cádiz, María La Perrata, Fernando Terremoto, Camarón de la Isla y tantos otros que, ya sin estar entre nosotros, plasmaron en sus cantes todo el caudal de sentimientos de una raza y un pueblo.
Para los aficionados casi igual consideración merecen quienes con la bajañí * en la mano facilitaban el cante. Así los nombres de Perico el del Lunar, Melchor de Marchena, Niño Ricardo Manolo de Huelva, Manuel Morao, su sobrino Moraito Chico, Pedro Peña (que gracias a Dios continúa entre nosotros pero ya no acompaña), Pedro Bacán, Diego el del Gastor....
Con los subalternos pasa tres cuartos de lo propio. La historia guarda un lugar de privilegio para aquellos que, sin estridencias, sabían dar los capotazos justos, indicar los terrenos, ahormar la embestida, encontraban toro en cualquier parte a la hora de los palos y , en general, su labor consistía en hacerle mucho más fácil la tarea a su matador.
Sin meternos en los tiempos en que para ser matador de toros era imprescindible haber formado parte de la cuadrilla de algún torero, recuerdo por haber visto u oido hablar de ellos a toreros como Blanqué, El Cuco, El Almendro, David, Michelín, El Vito,, Chavez Flores, Honrubia, Almensilla, Tito de San Bernardo, Bojilla, Antonio Luque Gago su hermano Andrés Luque Gago, José Alvárez El Andaluz, Joaquin Camino, Luis González , Alfonso Ordóñez y cantidad ingente de toreros.
De todos quien más me impresionó fue Gabriel Moreno, aquel torero de Tomares, gitano y familia de cantaores. Vestido de caña y azabache en las corridas y novilladas que allá por los años sesenta se daban en Sevilla toreaba con un capotillo tan pequeño y lacio como las mantitas que daban las lineas aéreas en vuelos de muy larga distancia. Una edad curiosa, pelo muy cano y cargado de hombros de tanta torería como soportaban sus espaldas. No había tarde en que no mostrara los tirantes. De siempre se ha dicho que el peón debe enseñar los tirantes; y que el matador que los enseña... estará pronto con los palos.
Gabriel Moreno en cierta ocasión en que Curro Romero desgració un toro con la espada, se acercó a él en la barrera y le dijo “Curro, cómo vas a matar bien si tienes las muñequitas rotas de torear despacio”
* Guitarra, en caló
*Luis Garcia Caviedes, Psicoanalista, escritor y aficionado de Sevilla
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