Cogiendo el título de aquella sevillana que compuso Rafael Romero Sanjuán, y acercarlo a la “orilla” taurina del Guadalquivir, deseo escribir sobre el abono de temporada de Sevilla. Mucho se esta hablando en la blogosfera, y fuera de ella, sobre las ideas y mejoras en el abono taurino. Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que la ciudad de Sevilla, tiene un abono taurino muy «sui generis», extremo que por motivos contractuales lo hace muy especial. La música de la celebre sevillana podia acompañarse y cantar aquello de:
«Sevilla, tiene un abono taurino especial, la plaza de Sevilla sigue teniendo su gente
Me sigue oliendo a PAGES, me gusta seguir a contracorriente.».
Firmas autorizadas de la prensa sevillana, han afinado con verdadero acierto en convocar ideas y sugerencias para que el abono de temporada se rentabilice y mejore su calidad de oferta para que la demanda, (y no el exilio), de aficionados sea favorable. Podemos estar de acuerdo que el modelo actual quizás este agotado, pero partiendo de la base que la empresa encabezada por los señores Canorea-Valencia debiera ser más exigente a la hora de negociar, y actuar con ciertos fundamentos y formulas de empresa para exigir responsabilidades a todos lo que quieren hacer el paseíllo en Sevilla.
De nada sirve tener un abono compuesto de 18 corridas de toros, y otras tantas novilladas, sí el que se contrata viene para “tapar” agujeros y formar parte de los cambios de cromos que existe en el toreo.
Cambiemos ese estilo y formato, y empecemos por Sevilla, para que el futuro de la fiesta, y de la empresa en Sevilla, sea el verdadero ejemplo de gestión taurina de acuerdo con el criterio que impone la oferta y por supuesto la demanda.
PAGES, tiene una verdadera ocasión, no sólo para demostrar que puede venir José Tomas en el año 2012, sino para activar y engrasar perfiles de gestión responsable que hace falta en Sevilla, y quizás - con el apoyo de otros estamentos, ya sean públicos o privados -, acordar y sentar las bases de una fiesta sólida y transparente con la voces de aficionados, comprometidos y sin ambigüedades, para que de una vez por todas vayamos remando a la dirección deseada.
Estamos en un momento delicado de la fiesta, y en Sevilla – por ser donde resido y conozco algo la situación – el momento es tremendamente desolador cuando en las tertulias y círculos taurinos aparece el «fantasma» de la desidia y la desmotivación como fuente principal para no acudir a los toros, y por ende, sacar un abono taurino. Y es que Sevilla, ya lo he dicho, tiene un abono especial.
Para concluir, todo lo que no sea confrontar opiniones o ideas de todos y para todos, para que nazca un proyecto de consenso e ilusionante y en el que TODOS los sectores esten implicados para el avance y la modernidad, no sirve para nada, y comn esos elementos estamos avocados a que PAGES valore de forma negativa al aficionado, eche la culpa a la crisis, que también, y confeccione un abono donde el rendimiento económico sea el adecuado en el “haber” contable, y el aficionado pase por taquilla con la idea de “rentabilizar” el abono en cuatro tardes de “farolillos”, se desmotive en el abono restante, y se instale en la monotonía de acudir a la plaza sin ilusión y con la desgana como bandera, por la sinrazón de una empresa que a veces, la mayoría, mira de reojo a los aficionados o los manuales de empresa y marketing. Por todo ello, Sevilla tiene un abono taurino muy especial.
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