Ruiz Manuel, volverá a la Plaza de Insurgientes el próximo dia 1 de enero. |
Interesante la entrevista que publica el Diario de Almería, al torero de Almería, Ruiz Manuel, en preguntas elaboradas por el periodista Benjamín Hernández Montanari, de cfara a su próxima corrida en Méjico.
«MANUEL Ruiz Valdivia Ruiz Manuel es torero que rompe fronteras. Cada día se hace a sí mismo con la ilusión de ir más allá y con la capacidad y la obsesión por huir de la vulgaridad. Respetado a lo grande entre los profesionales y maltratado por los despachos con la excusa de la tarde no justificada plenamente. En boca de todos que es un buen torero. Tanto es así que la élite del saber y la sensibilidad taurómaca lo paladea con gusto. A él le gustan las cosas bien hechas. Y demostrado queda en su quehacer como director de la Escuela Taurina. Pero hoy este es otro cantar porque el torero de Almería va a cruzar el "charco" porque allende la templada bravura mejicana le espera para despejar el año 2012. Quedamos en la Plaza Vieja y la charla corre fluida con la tensión en el gesto y en el habla de quién sabe que puede haber un triunfo de peso. La responsabilidad se le nota en el tono denso de su voz. Es inevitable cuando la gloria puede estar allá para que se abran puertas acá.
Pregunta.- A punto de embarcar hacia Méjico, ¿cuáles son sus sensaciones?
Respuesta.- Tengo una gran satisfacción, por supuesto, por estar en la temporada grande de La Monumental. Visto desde aquí, desde tan lejos, no sé hasta qué punto se sabe valorar. Pero para mí es muy importante, un revulsivo y un reconocimiento. Esta quinta tarde en Insurgentes me obliga mucho porque voy con la sensación de que debo revalorizar esas tardes de apuntar muy buenas sensaciones y entrar en la afición de Méjico. Valoro mucho la capacidad de la empresa de ser capaz de reconocer y de premiar con esta repetición nuevamente en la Méjico.
P.- En la revisión de sus cuatro tarde toreadas en esta plaza en la última de hace un año, con un terno verde y azabache, con mucho eco por su calidad en la que se falló con la espada y comparada con otra anterior, en la que tomaba la alternativa una mujer por primera vez en esa plaza, se notó muy mal ambiente a pesar de lo malo de los astados. ¿Qué recibimiento espera?
R.- Allí hay otra visión de valorar a los toreros y los toros. Primero catalogan al torero y a partir de estas premisas las tardes no le influyen en la determinación con él. Allí estoy reconocido por lo que atesoro y mi calidad, que las conocen porque la he demostrado en algunas ocasiones, siendo como es la gente de impulsiva allí va a depender todo del ambiente que se cree esa propia tarde. El hecho de estar en esta temporada y si la afición me acoge con cariño y calor me sentiré muy reconfortado. Allí por una tarde que no haya triunfo el aficionado cambia de parecer hacia uno como ocurre aquí. El torero es siempre el mismo para ellos y esperan de ti lo que saben que puedes dar.
P.- Desde mañana y hasta el 4 de enero allí y toreas el primer día del año 2012. ¿Cuál es el transcurrir de un torero en ese tiempo?
R.- Prepararme intensamente con el toro mejicano, hacer campo y una cosa muy importante para mí que es ambientarme. Acudir a la plaza habitualmente, el que la gente vea que has llegado, y acostumbrarme a la altura del distrito federal que está a 1800-1900 metros hace necesario llegar con tiempo suficiente. Pero sobre todo estas dos semanas que voy a estar allí van a ser exclusivamente para finalizar mi preparación para llegar a darlo todo el día uno. Desde que llegue el día 19 y hasta el 21 estaré en la capital arreglando papeles. Posteriormente y hasta el 25 me iré al campo, a Monterrey, a matar toros en la ganadería de mi amigo Gómez Alanís. El 26 vuelvo a Méjico y el 27 voy a la ganadería de San Marco y San Mateo donde está la corrida que se lidia el día uno. Después iré a la ganadería de Marco Jimeno que indulté un toro el año pasado y lo que pueda surgir esos días. Todo en base a mi preparación.
P.- Son fechas las de Navidad de relaciones y lazos familiares. ¿Pesa esto a la hora de ir tan lejos?
R.- Mi familia asume aunque a quien más le pesa es a mi mujer. Compensa cualquier posibilidad de nostalgia, yo creo, el hecho de torear en un sitio tan importante. Creo que hay bastantes días en el año los que comparto con la familia y ellos son felices porque soy feliz.
P.- Cuando el empresario Rafael Herrerías presentó la temporada sonaron los nombres de los toreros españoles que están en primera línea. Y allí estaba el de Ruiz Manuel sin gozar de esta circunstancia. ¿Qué significa su presencia?
R.- Yo creo que el de mucho orgullo, no de mí solamente, sino del aficionado que se sienta almeriense como el que se reconozca seguidor de mi toreo. Una lista tan reducida de toreros españoles que participan en la Temporada Grande y estar en ella es muy importante. El que se haya pronunciado mi nombre en el evento que se anuncia el global de la temporada como fuente de reclamo para el abonado y apostar por mi nombre, para mí es muy importante.
P.- ¿Cómo es el toro mejicano?
R.- Totalmente distinto al español en el comportamiento, actitud y reacciones. Pero aunque la técnica se administre y sirva para el mismo toro tiene claves, distancias y reacciones totalmente distintas. Tan distintas que es otro toro que no tiene nada que ver. Por eso se le debe respetar mucho a la afición, a las ganaderías y a los toreros mejicanos porque son otro mundo. El hecho lo tenemos en que figuras del toreo de aquí no lo han sido allí y viceversa. Tener la capacidad de entrar y ser capaz de entender ese toro a mí como profesional me completa muchísimo más.
P.- Hay toreros españoles que dicen haber encontrado el temple allí.
R.- Sí, el temple por excelencia está en el toro mejicano y te da posibilidad de tener un toreo más fantasioso que en España. Aquí hay cosas que no se hacen porque el toro no te lo permite ya que el toro completo está aquí.
P.- ¿Cómo son los profesionales de allí?
R.- Hay como en todos sitios buenos y malos. Hay grandes picadores y un mundo dedicado a la pasión de la Fiesta Brava, que es como la llaman ellos, que es una forma de denominarla desde la realidad de que es internacional. Ellos tienen como meta del toreo España pero tienen orgullo suficiente como para haber creado una tauromaquia. Y los profesionales están adaptados a ella. La pasión con la que hablo de ellos es la auténtica realidad.
P.- ¿Cómo es el aficionado de allí?
R.- Muy apasionado para lo bueno y para lo malo. Rehúsa el toreo técnico, aunque exista, pero intentan disfrutar cuando se transmite. Si uno no transmite emoción, en lo artístico, en el toreo de valor o en el inteligente, poco se puede esperar. Quieren que seas un torero apasionado. Y cuando pasas esa raya se olvidan de cualquier ventaja incluso que uses delante del toro.
P.- Y ¿cómo es la crítica allí?
R.- Dura. Al torero español, si lo tienen a sui alcance, intentan darle. Solamente cuando es inalcanzable es cuando se le admira.
P.- ¿Ha cambiado tu forma o tu concepto del toreo después de tus tardes en Méjico y tus entrenamientos en el campo de allí?
R.- Me ha completado. Pero si yo hubiera ido hace doce años a Méjico no hubiera cuajado. Ahora ha venido a unirse el concepto, el refinamiento y qué busco en la etapa en la que estoy para encontrarme al toro mejicano y llevarlo a cabo. Creo que en otra etapa no hubiera sido capaz de aprovechar ni de expresar lo que consigo en este momento.
P.- Imaginemos que cuaja una gran tarde y que sale por la puerta grande con faenas de peso con un gran triunfo. ¿Qué espera después?
R.- Mi tarde de La Méjico puede ser la llave de las puertas que se me están cerrando durante mucho tiempo. Mi triunfo en Méjico no se va a traducir en veinte corridas de toros pero va a ser un golpe en la mesa de atención de decir que hay que contar conmigo por lo menos para una cita importante como puede ser Madrid y abrirse un poquito el camino. Y por supuesto en Méjico entrar definitivamente en la afición y poder hacer una campaña más amplia que llevo tiempo con ganas. Y seguir disfrutando mucho de Méjico durante muchos años.
P.- Y estos días previos, ¿cómo está el ánimo?
R.- Estoy en una etapa y en una tesitura muy parecida a cuando empezaba como matador de toros. Era una tarde y una decisiva, otra tarde y otra decisiva. Cada tarde que salía a la plaza me tenía que ganar el crédito para la siguiente. Ha habido otros años que he disfrutado del crédito porque he gozado de buen cartel. Ahora creo que definitiva, siento que cada tarde verdaderamente es una oportunidad que hay que aprovechar.
P.- Pero, ¿las sensaciones son buenas?
R.- Son muy buenas. Si me preguntan que ahora mismo que me hace más feliz si torear en La Maestranza o en La Méjico y te digo que con los ojos cerrados a La Méjico.
P.- Pues nada, ¡suerte!
R.- Muchas gracias.»
Al paisano desearle toda la suerte del mundo. ¡¡Suerte Ruiz Manuel!!
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