Son cifras solamente, pero para este modesto aficionado suponen algo más que eso, y las veinticinco tardes que parece ser que el diestro «Morante de la Puebla» toreé la próxima temporada, justifican la ilusión de, al menos, sentir “su” tauromaquia en veinticinco tardes, pero siempre con la esperanza que esas limitaciones de actuaciones con el diestro que ahora mismo tiene la “chispa” y el “aroma” de muchos aficionados, supongan verle en aquellos cosos de categoría y en aquellas ferias donde su presencia debe ser valorada como toda figura del toreo y en las mismas condiciones que sus compañeros de profesión. «Morante de la Puebla» nunca ha sido torero que haya destacado por torear un gran número de festejos por temporada, y cuando las ha toreado, se ha notado su debilidad anímica, y artística, y por ello, se opta por esa reducción de festejos que pueda garantizar tanto el éxito personal como profesional.
Para el aficionado habrá veinticinco razones para asistir a la plaza, porque lo acredita con capote y muleta, con el corazón y con el sentimiento, y con la naturalidad y el arte, y eso ya son motivos suficientes para que prevalezca la calidad sobre la cantidad. Espero que sea así, y que la calidad, sea el criterio que abandere la temporada 2012, y el de La Puebla, nos deleite en cada una de sus actuaciones y en las plazas donde la “plata” es oro, y donde la excelencia artística supone otorgarle a la tauromaquia, y a los toreros, el nivel que le corresponden. Si pensamos que esas cifras significan lo contrario los aficionados habremos perdido un referente, y un artista que solamente piensa en una calidad que nada tiene que ver con lo que se le exige a una figura del toreo.
«Morante de la Puebla» no entiende de cifras, y sus actuaciones son tan irregulares, como singulares y extraordinarias, y pueden provocar sentimientos contrastados dependiendo de la sensibilidad de los públicos. Son veinticinco razones que los aficionados tenemos para ver al de La Puebla, son veinticinco sentimientos, son veinticinco capotazos, son veinticinco muletazos....son tantas cosas, que ya tengo veinticinco ilusiones para la temporada que viene.
2 comentarios:
Para mí, el toreo, tiene dos nombres. Julián López " el Juli" y Morante de la Puebla. Pero si tengo que hacer kms. los hago para ver a ese pedazo de torero que es J.A. Morante.
Creo que es el mejor torero, para mi concepción de lo que es el toreo, que es ante todo , sentimiento.
El sentimiento es la expresión del ánimo, del gusto, del sentirse fiel con uno mismo. Por eso, hasta las malas tardes de J.A. me parecen "malas tardes toreras".
Estoy convencido que ha decidido una temporada de 25, por que ese es su número en el que él se encontrará cómodo. Estupendo, aunque sé que también tendrá broncas, perfecto. Eso es el toreo.
Y como lo sé, cuando vaya a una plaza de toros a verlo y no esté bien, sabré que si no ha estado como yo esperaba, será por que él ha sido el primero en no estar como él esperaba de sí mismo.
Saludos.
Montes
25 tardes de arte, seguro, pero lo que muchos no ensalzan de Morante es la pureza de su toreo: cargando la suerte, exponiendo. Para mi esto es otra de sus grandes virtudes. El gran interprete de lo que fuera el principal fuste de la fiesta, el toreo de capa, que ha recuperado del olvido y la vulgaridad. Luego, pues lo de los toreros de inspiración, ya se sabe: cuando no pué sé, no pué seé y además es imposible. Lo único que le critico a él y a todas las llamadas figuras actuales es el oponente"toro" al que suelen enfrentarse. Pero esa es otra historia.
Saludos cordiales
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