La feria de las vanidades

El gran ausente

El envanecimiento del sector taurino, y en concreto las políticas del G-10, y el entorno del departamento de management, han originado que el abono de temporada en Sevilla se convierta en una mezcla explosiva de sinsabores entre aficionados y público en general, ante la mediocridad que supone gran parte de ello gracias a un cúmulo de despropósitos, entre ellos los de la capacidad negociadora, y creativa de la casa Canorea&Valencia. 

Auspiciaba desde esta misma tribuna de opinión el anhelo de que este año las cosas iban a ser diferentes, teniendo en cuenta las informaciones que los especialistas en la materia nos daban a la afición, sobre todo por contar con toreros que llevan más de diez años sin pisar el albero de la Maestranza, y las reformas que para ello hacia la empresa Canorea&Valencia. ¡¡Me equivoque!!. 

Viendo la temporada oficial de Sevilla, y lo que nos ofrece la casa Canorea&Valencia, estoy en términos de expresar que me parece una acción desacertada la estructura y calidad del abono. ¡¡Para atrás, y sin tiempo de reaccionar!!. Sigo insistiendo que esta temporada 2012 era la idónea y la coherente para adoptar reformas básicas para la fiesta, y el sector tenía que demostrar firmeza y criterio para lograr pasos agigantados. Se ha demostrado que no existe unión, ni criterios, ni planteamientos que genere esa anhelada confianza. 

 Por todo ello se justifica que Tomás, por voluntad reciproca, y económica después, decline sus asistencia a una de la feria más importante de España. 

 Por ello, se motiva que Julián López “El Juli” no quiera torear en Sevilla, y por tanto la empresa Canorea&Valencia, lo “ningunean” y lo relegan al furgón de los “castigados”, pero el diestro de Velilla de San Antonio, debe pensar aquello de Benjamin Jhonson, que «Quien no ha afrontado la adversidad no conoce su propia fuerza». No tiene sentido dejar fuera a un torero que ha triunfado en Sevilla.
Por aquello, tampoco obedece a razones que un diestro como Curro Diaz, después de ser cogido de gravedad en la pasada feria, y realizar una de las faenas más sentidas del abono en Sevilla, se quede fuera de Servilla, por una “pataleta” de la Casa Canorea&Valencia, de ofrecer una sola corrida fuera de sitio al torero. No se lo merecía.

Por ello, no debemos olvidar la injustificación de ofrecer la alternativa a López Simón, sin apenas haber demostrado en Sevilla algo de su tauromaquia, y sin apenas el reconocimiento de la afición para ello. Lamentable decisión, aunque no exenta del correspondiente “beneficio” que va a suponer para las arcas de la casa Canorea&Valencia, al estar acartelado con Morante y Manzanares. 

Por último aquella desunión hace que el abono se convierta en un sinfín de de repeticiones de toreros en el abono sin la justificación deseada en razón por lo méritos contraídos, como Castella, Fandi, Luque Cortés, etc, y sin apenas tener en cuenta alguna recompensa a otros toreros de la tierra o fuera de ella. 

 En definitiva la casa Canorea&Valencia se ha plegado al «reducto vencedor» del G-10, y a los aliados «Matilla-Casas-Taurodelta», para diseñar un abono a sun antojo y semejanza, y poner en «órbita» a todos los toreros de la casa, incluido Manuel Jesús “El Cid”, que es el verdadero vencedor de la batalla, al hacer cuatro paseillos, junto a los Mora y Fandiño, que se convierten en el único aliciente, junto con Nazaré y Urdiales, para los aficionados a la fiesta brava. ¡¡Toma ya!!.
 Señores así esta el patio, y así se va a desarrollar, porque la vanidad ha querido que unos y otros tengan la poderosa razón de imponer unas ideas en contraposición del sentido común y los principios de mérito y capacidad. Todo eso con el beneplácito de la «poderosa» empresa PAGES, que a costa de una feria con un menor coste económico a tenor de los carteles, repeticiones y supresiones, - ha quitado la tradicional Corrida del Corpus (sustituida por una novillada) y la de la Virgen de los Reyes - y donde se juega mucho en la taquilla, y en el abono, extremos que pueden alertar cuando a finales de marzo se encuentren que algunos aficionados y abonados han “exiliados” del cemento de la plaza de la Maestranza. ¡¡Ojalá me equivoque!!.