Informa Fernando Carrasco en ABC que «Sevilla queda huérfana del toreo más sevillano que pueda haber contemplado. Hoy, a los 91 años de edad, ha fallecido en Sevilla el matador de toros Pepe Luis Vázquez Garcés,
quien ha encarnado, los más imprescindibles valores del toreo, haciendo
de ellos filigrana pura pero también gracia y sentimiento. Con la
muerte de Pepe Luis –sobra el apellido- el Toreo, la Historia de la Tauromaquia, pierde a uno de sus puntales básicos del siglo XX. Y Sevilla despide a quien, como nadie, ha representado la esencia de la Escuela sevillana, ésa que no tiene dirección conocida sino que anida en el sentimiento de los aficionados.
Desde hacía años se encontraba deteriorada su salud. Prácticamente no salía de casa y había ido perdiendo, paulatinamente, la visión, consecuencia de aquella dramática cornada que sufrió en la cara en la plaza de Santander y que le marcó. Recientemente una caída le produjo un derrame cerebral así
como una fractura en uno de los huesos del cráneo. Esta circunstancia
ha propiciado, desgraciadamente, su empeoramiento que ha terminado con
este fatal desenlace. La muerte sobrevino en la tarde de este domingo en
la Clínica Santa Isabel, donde se encontraba ingresado.»
En Sevillatoro.com, Carlos Crivell destaca que «Pepe Luis Vázquez Garcés nació en Sevilla, barrio de San Bernardo, el 21 de diciembre de 1921. Hijo de José Vázquez Roldán, capataz de matarifes del matadero municipal y novillero en su juventud, y de Concepción Garcés García. Nieto de Francisco Vázquez, Vázquez Chico, que fue banderillero. Por parte materna, su abuelo fue Rafael Garcés, sargento en la guerra de Cuba y posteriormente portero del matadero de Sevilla.
Pepe Luis fue el primer hijo del matrimonio formado por José y Concepción. Asistió a la escuela de San Diego. Con los antecedentes citados, Pepe Luis fue desde muy pequeño al matadero. Según una anécdota muy comentada, cierto día llegó al matadero una punta de vacas retintas y el niño de ojos azules y pelo rubio las toreó con el baby del colegio. Dada la profesión de su padre, desde pequeño fue a la Maestranza. Bien desde el patio del desolladero o desde el de cuadrillas, el niño Pepe Luis presenciaba a los toreros de la época. Belmonte y Chicuelo fueron sus preferidos.
En la temporada de 1940 lidia 40 novilladas hasta la fecha de su alternativa en la Real Maestranza de Sevilla, el 15 de agosto de 1940 (Corrida de la Virgen de los Reyes). Padrino: Pepe Bienvenida. Testigo: Rafael Vega de los Reyes "Gitanillo de Triana". Reses de Francisco Chica. El toro de la ceremonia se llamaba Sabihondo, negro, marcado con el número 99. Esa temporada actúa en 11 corridas de toros.
Confirmación en Las Ventas: 20 de octubre de 1940. Padrino: Marcial Lalanda. Testigo: Rafael Ortega "Gallito". Reses de Bernardo Escudero. El de la ceremonia se llamaba Carmoneño, número 21. La corrida se suspendió en tercer toro por lluvia. Asistió desde un palco Himmler, lugarteniente de Hitler.
En la temporada de 1941 queda el primero del escalafón con 68 corridas de toros.
En la temporada de 1942 actúan en 83 corridas de toros. El 18 de octubre de 1942 torea con Marcial Lalanda en Madrid en la despedida de éste último. En el futuro, Marcial será el apoderado de Pepe Luis.
El día 25 de julio de 1943 recibe en Santander una cornada en la mejilla izquierda por encima de la cuenca del ojo. Será una cicatriz para toda la vida. en el año 1944 participa en 38 corridas de toros.
La última tarde de luces fue el 20 de septiembre de 1959 en Madrid con Manolo Vázquez y Curro Romero en la lidia de reses de Juan Antonio Álvarez y Aleas.
Contrae matrimonio el 18 de octubre de 1959 con Mercedes Silva Giménez.
En 1998 el Gobierno español le concede la Medalla de Oro de las Bellas Artes.»
Esta mañana su capilla ardiente será pública, en el Salón del Apeadero en el Excmo. Ayuntamiento de Sevilla. Alli estaremos.
D.E.P.
Foto: Sevillatoro
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