Los restos mortales del genial Pepe Luis Vázquez serán conducidos hoy a la parroquia de San Bernardo, desde el Salón del Apeadero del Ayuntamiento de Sevilla, donde miles de sevillanos y aficionados han querido rendirle su último homenaje. Allí se oficiará el funeral a las diez de la mañana y, posteriormente, será conducido a la Plaza de toros de Real Maestranza, donde recibirá los honores de una vuelta al ruedo póstuma acompañados de figuras del toreo, amigos y aficionados. Tras ese emotivo acto será enterrado en el cementario de San Fernando.
Son muchos las personalidades que han pasado por el Ayuntamiento en la mañana y tarde de ayer, como el Consejero de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, Emilio de Llera Suárez-Barcena, acompañado del Director General de Interior, Emergencias y Protección Civil, José Antonio Varela, que en nombre del Gobierno Andaluz dieron su pésame a la familia.
Asi lo cuenta el Diario de Sevilla, «A primera hora de la mañana, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido
(PP), lamentó el fallecimiento de Pepe Luis Vázquez, al que definió como
"uno de los toreros más sevillanos, de los mejores de la historia".
Asimismo anunció que el Ayuntamiento hispalense estudiará la realización
de acciones para honrar y mantener su memoria.»
Como
representante de la Real Maestranza acudió su teniente de hermano mayor,
Javier Benjumea, y por parte de la empresa Pagés, el empresario Ramón
Valencia.
Entre los toreros acudieron, entre otros, el
rejoneador y ganadero Ángel Peralta, premiado recientemente con la
Medalla de Oro de las Bellas Artes, Juan Antonio Ruiz Espartaco,
José Ortega Cano, Emilio Muñoz, Manolo Cortés, Curro Vázquez, los
Chicuelo -Rafael y sus hijos Manuel y Curro-, Finito de Triana, Luque
Gago, Manolo Luque, Alfonso Ordóñez, Tito de San Bernardo, Rafael
Torres, El Vito, El Pío, Rafael Sobrino, Rafael Cuesta, Miguelete,
Romerito, Curro Puya y Lama de Góngora. Ángel Peralta, otra leyenda viva
del toreo, recordó a Pepe Luis por "su sencillez".
Entre los
criadores de toros, asistieron Rocío de la Cámara, Eduardo Miura y
Manolo e Ignacio González. Miura, visiblemente emocionado, señaló que
"para mí era como un padre taurino; lo admiraba como persona y como
torero". Como persona era sencillez, humildad y naturalidad, y no se
daba nunca importancia. En mi casa toreaba siempre que iba. Se quedaba
en un burladero con su capote y si había alguna becerra que le gustaba
pedía permiso para salir. Para mi padre era un hermano".
También
acudieron sevillanos de otros ámbitos de la sociedad, como el político
Juan Manuel Albendea, el fiscal Alfredo Flores y, del mundo empresarial,
Fernando Parias, Luis Miguel Martín Rubio y Fernando Murube. El
arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo, ofició un sentido responso en la
capilla ardiente, en la que glosó la figura humana y profesional del
torero.»
Foto: Diario de Sevilla
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