La Clase Práctica anunciada que abría la Feria Taurina de Almería, y que la empresa Martínez Flamarique S.A. no tenía cllaro su apuesta hasta hace unas semanas, ha pasado con más pena que gloría, y no porque los novillos, de excelente presentación, de López Gibaja no hayan servido, muy al contrario, se han dejado, han sido nobles, y han tenido la casta suficiente como para poner en apuros a los novillero, y ahí el problema. Los novilleros sin picadores actuales no tienen las ideas clras ni lso fundamentos para corregir una lidia con problemas. Sí a eso le unimos que las cuadrillas han entorpecido, y favorecido que los animales desarrollasen por una lidia incorrecta y elevada de capotazos, provoca que el futuro de los novilleros lo vea algo verde. Lo mejor la entrada, que como era gratuita, se ha llenado el Coso de la Avenida de Vilches en su totalidad. Buen dia para el fomento de la fiesta.
Joao Machado con un novillo sin clase y protestón, evidenció su falta de oficio, y apenas destacó, ni en banderillas, que demostró poca destreza, ni en la lidia con la muleta donde su bisoñez, y postureo no propiciaban la espontaneidad de unas palmas. Fue ovacionado por su insistencia por saludar.
Fernández de las Torre, de la Escuela de Murcia, con Pepín Liria como cabeza visible de apoyo, saludó de forma alegre con el capote con un novillo noble que manseó algo y que tuvo el defecto de irse hacia las tablas en cada muletazo. Salia suelto del embroque. De la Torre se acopló mejor cuando le bajó la mano y su toreó con la zurda creecio en intensidad. Repertorio de pases ligados y algunos muy ceñidos que gustaron mucho al respetable. Efectos y desplantes fueron el epilogo, que tras una estocada algo caida, motivo que el público pidiese con intensidad las dos orejas. Hasta Oscar Chopera desde el callejón las pedía. Se las concedieron.
El almeriense Sergio Roldán anduvo muy a gusto toreando a la veronica, muy templado y de suaves manera, que remató con una media muy vistosa. Novillo alto y bien presentado que termino apagándose. Un inoportuno desarme enfrio la faena, y todo aquello que parecía aptitudes, terminó con cierta desangelación, cuando en la suerte suprema le sonaron dos avisos.
Otro paisano, Ruben Martínez topó con un novillo que pedia reposo y firmeza, y sobre todo temple. Se gustó con la derecha donde el acople fue mejor. Sufrió enganchones que deslucieron la faena pero su toreo a la galeria tuvo su finalidad. Con la espada emborronó toda ilusión por un trofeo.
El jerezano Miguel Andrade recibió de rodillas a su oponente, otro novillo con raza y que tampoco entendió en su plenitud el "ratonero" novillero. Se las sabe todas. En banderillas colapsó a la afición. ejecutando pares de perfecta plasticidad y dominio. Su expectante ilusión en esa suerte no tuvo replica en la lidia con la muleta. Lo mejor vino con una discreta serie con la derecha. Faena efectista sin profundizar en lo esencial, donde tras una estocada se le pidió con mucha fuerza las dos orejas. El Usía solamente concedió una. Acertada decisión. Luego el jerezano dio otra vuelta más para reivindicar su enfado.
Por último el malagueño José Antonio Lavado, mostró más criterio con el capote que con la muleta. Tampoco entendió al fuerte novillo que le toco en suerte, y solamente algún destello con la mano diestra fue digna de mención.Su voluntad fue recompensada con una oreja.
Foto: Archivo
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