8º de abono en Sevilla: ¡Adios Rivera, bienvenido Cayetano!

Emocionante minuto de silencio en la Maestranza en recuerdo a los 25 años de la triste cogida y muerte de Manuel Calvo "Montoliu". ¡Su recuerdo siempre!. 

Lunes de Feria en los tendidos - con la plaza llena - y los hijos de abonados, sobrinos de tios, ahijados de madre y padres, compromisos de abonados, y una eternidad de caras nuevas en los tendidos para ver la despedida de Francisco Rivera "Paquirri" - ¿será verdad? - de la afición de Sevilla, y con el aliciente de verlo acompañado de su hermano Cayetano, y Julián López "El Juli". Para rematar la corrida, - decía uno que era la corrida de "Telecinco" - la típica corrida de Daniel Ruiz, que a decir verdad, no me ha disgustado en su conjunto, con un toro cuarto de excelente juego, que ha sido desaprovechado por el torero que se despedía de la Maestranza. Presentada de forma desigual, con varios toros pesados, otros muy estrechos de hechuras y cabeza, y que le ha faltado un poco de ritmo en su conjunto. El tercio de varas tan inexistente como ineficaz. Y por cierto. algún toro que debió irse a los corrales por inválido. La Presidencia, sin criterio en la tarde, anduvo cicatera con el aficionado, y muy generosa con el público. El lo entenderá, pero la afición de Sevilla estimó que era para devolverlo. 

Francisco Rivera se fue de forma valerosa a la puerta de chiqueros, donde recibió a un toro que se movió dormido en los engaños, pero que les faltó clase, aunque tuvo nobleza en el último tercio. Puso banderillas el diestro, sin apreturas siendo lo más destacado un par por los adentros. En la muleta anduco precavido y sin ajustarse, con un toro que tomaba los engaños sin demadiada codicia. También es verdad que Rivera pudo estar mejor. A estas alturas no se le puede pedir otar cosa.

Con el cuarto, su adios era inminente, y el ultimo toro que mataba vestido de luces en la Maestranza. Un toro  noble y repetidor, que tuvo clase y mucha codicia en la muleta. Buen toro, de buena presencia, donde el torero no entendió del todo. Se limitó a firmar una faena vulgar - digna de la mejor plaza de tercera - con demasiados desajustes, y precauciones, y que el público parece que había visto el "oasis del toreo". Y "Paquirrín" aplaudiendo en el callejón. Faena a derechas e izquierdas, pero sin llegar a explotar pues ya había aficionados a favor del toro. Tras una estocada baja, muy baja, inexplicablemente la gente solicitó una oreja. Sea como fuere el sentimiento, o la ocasión, el palco de la Maestranza nunca debió concederla. Pero no nos asustemos, el año pasado se la dieron a Padilla, y después la deseada Puerta del Príncipe. Lo de hoy, de bochorno pero se olvidará pronto.

Julián López "El Juli" se ha contagiado de la tarde, y con el primero estuvo algo vulgar, y sinceramente estuvo por debajo de ese toro. Noble pero le faltaba también algo de clase, pero se rajó pronto. El madrileño ligó series con la derecah muy estimadas pero la faena se diluyó. También con la espada falló.

En el quinto, un toro incomodo y deslucido, "El Juli" anduvo voluntarioso pero con muchos altibajos en la faena por la escasa raza del animal. No era su tarde, y volvió a fallar con los aceros. Silenciada su labor. 

Cayetano Rivera Ordoñez, tuvo un primer toro que debió ser devuelto por inválido. No lo fue. Faena de enfermero, que tuvo poca repercusión en los tendidos ante la escasas fuerzas del de Daniel Ruiz.

Con el que cerraba la octava de abono, un toro que que no le dejó estirarse con el capote, Cayetano dio la mejor versión de su toreo, y quizás su faena de muleta fue lo mejor de la tarde, y tal vez su mejor interpetación de su particular tauromaquia. Faena brindada a su hermano, que tuvo un momento incial de ajuste de rodillas donde calentó a un público bastantre meláncolico con los Rivera. Después de relajó y toreó francamente bien con pases muy ligados con la derecha, con mucho poso y sabor. Llegó a los tendidos su toreo estético y natural. Con la izquierda, y cuando hubo acople,  hubo dos pases excelentes, con un toro entregado, que tuvieron mucha cadencia. Cayetano estaba muy gusto y se notaba. El toro se rajó y Cayetano buscó las tablas para volver a calentar a los tendidos. Tras una estocada poco ortodoxa en la reunión, pero de excelente colocación cortó una oreja, aunque los hijos de mi vecino - que mañana no vendrán - pidiesen la segunda. Aquí la Presidencia tuvo algo de criterio. Damos la bienvenida a Cayetano por su concepto. Me gustó en este toro.

Foto: Maestranza-Pagés